O RIBEIRO

La Hidrográfica retrasa la obra del campo de fútbol del Xestal

El Concello avisa que se perderán los 100.000 euros destinados a la obra si no se invierten este año

 

El Concello de Ribadavia se encuentra atado de manos con el proyecto de reforma del campo de fútbol de hierba artificial de O Xestal. Actualmente, la administración municipal espera a que la Confederación Hidrográfica dé luz verde al proyecto, aunque la respuesta se está haciendo esperar. A mediados del mes de octubre, el alcalde del municipio, Ignacio Gómez, mantuvo una reunión con el presidente de la entidad, José Antonio Quiroga Díaz, en la que debatieron este tema. La puesta en marcha de este proyecto, un plan que ya cuenta con un informe técnico, urge para antes de que finalice el año. Para el próximo mes de diciembre, el gobierno local debería tenerlo adjudicado. En caso contrario, los 100.000 euros aportados por el Concello de Ribadavia para esta actuación quedarían sin poder ser invertidos. Para ayudar con la financiación, la Diputación aportó 220.000 euros de la modificación de crédito aprobada a mediados de año.

Este proyecto es uno de los que más problemas ha presentado para ser ejecutado. Las negociaciones entre las tres entidades fueron numerosas, con la finalidad de buscar una salida a la problemática actual, que prohíbe el uso del campo. Desde el inicio de esta situación se barajaron dos opciones. Por un lado, se estudió su desplazamiento para que los 25 metros que quedan debajo del viaducto de la autovía quedasen desplazados al oeste; por otro lado -el que resultó el más viable-, cambiar la ubicación del terreno, dentro del espacio de O Xestal.


Sin actividad desde hace más de dos años


El Ministerio de Fomento prohibió el uso del terreno  de juego a principios del año 2016, a causa de la caída de varios restos de vehículos desde el viaducto de la autovía con destino Vigo que cubre 25 metros del campo, considerando un riesgo para los usuarios realizar actividades ahí. El Concello de Ribadavia, justificándose en que fue la Confederación Hidrográfica la responsable de su construcción en torno al 2003 y que posteriormente en el 2011 se dotaba de hierba artificial con la colaboración también de la Diputación, consideró que deben ser las tres instituciones conjuntamente quienes busquen una solución alternativa.

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