ENTREVISTA

Isorna: “En 10 años se duplicó el uso de cannabis en jóvenes”

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photo_camera Manuel Isoma, profesor de Ciencias de la Educación.

El profesor de la Universidad de Vigo organiza el primer congreso internacional sobre esta sustancia

El profesor de Ciencias de la Educación en la Universidad de Vigo Manuel Isorna Folgar organiza, junto con el secretario de la Consellería de Sanidade, Jorge Suanzes, el I Congreso Internacional sobre Cannabis y sus derivados, que tendrá lugar en Catoira (Pontevedra) los próximos días 24 y 25 de noviembre.

"Reuniremos a los estudiosos de mayor prestigio a nivel nacional y muchos de ellos en el ámbito internacional sobre esta sustancia", avanza Isorna Folgar. Esto permitirá abordar la realidad del consumo de esta sustancia y sus efectos desde el ámbito de la salud -enfermedades mentales, cannabis terapéutico...- hasta el educativo o legislativo -si se puede cultivar, cuantas plantas se pueden cultivar dentro de la ley, etcétera-.

Isorna adelanta que "todas las drogas tienen una parte positiva y otra negativa; usadas indiscriminadamente son todas nocivas, pero utilizadas para personas que tienen determinada patología pueden ser positivas". En este sentido, recuerda que "la nicotina, que es otra droga, se estuvo usando y se sigue utilizando como herramienta para tratar el alzhéimer". En todo caso, este profesor de la Universidad de Vigo matiza que "en los últimos 20 años parecía todo positivo en el consumo de cannabis" y al hilo de ello se "escuchaban atrocidades como que curaba el cáncer, la epilepsia o la esclerosis múltiple". Estas afirmaciones "repetidas varias veces durante 20 años" fueron generando la idea entre los más jóvenes de que el cannabis no sólo era inocuo sino que incluso era bueno para la salud y que curaba determinadas patologías o enfermedades, algo que Isorna desmiente de forma categórica: "Desgraciadamente el cannabis no cura nada".

Sí es cierto que se está utilizando para tres patologías: la espasticidad muscular de las personas con esclerosis múltiple, ayudando a reducir los espasmos; para aumentar el apetito en personas con sida y para reducir los vómitos en aquellas personas a las que se les está administrando quimioterapia, "pero no cura ninguna de estas enfermedades".

Desmitificación

El mito del carácter curativo de la sustancia parece haber calado en la juventud. "En el año 2015 se habían iniciado en el consumo de tabaco del orden de 138.000 adolescentes, mientras en el del cannabis el número se disparaba hasta los 158.000". El hecho es que "en los últimos 10 o 15 años se ha destapado lo perjudicial que es el tabaco y los adolescentes rápidamente lo asimilaron, pero en el cannabis se ha producido el efecto contrario", subraya Isorna. En este sentido, explica que "en los últimos 10 años se duplicó el consumo de esta sustancia entre los adolescentes, pasando del 8% al 15%".

El congreso de noviembre intentará desmitificar el poder terapéutico del cannabis y analizar las vías de prevención y de tratamiento de personas con problemas de consumo.

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