La segunda edición de la prueba que organizó la Escudería de Clásicos Ourense contó una destacada presencia de aficionados
El domingo a la mañana se disputó la segunda edición del Rally Baixa Limia de coches clásicos y antiguos. La prueba, que contó con siete tramos de regularidad para completar un total de 106 kilómetros, tuvo su salida en Bande y recorrió la zona del Xurés, un paisaje precioso que pudieron disfrutar tanto los pilotos como los aficionados que presenciaron la carrera. Además, las carreteras son las idóneas para este tipo de eventos.
Se trata de un rally de carácter social donde se une regularidad y ruta. Además, la acogida de los ayuntamientos por donde pasaron los coches fue muy positiva.
Controles a mano
Una de las peculiaridades de la prueba es que los controles de cada tramo se realizaron a la vieja usanza, sin ningún tipo de GPS o similar. Los controles son a mano, cuando el coche pasa por la zona delimitada se pica el tiempo y se pasa a un hoja de tiempos. Se intenta que los participantes puedan volver a calcular las velocidades medias.