De un tiempo a esta parte, sobre todo en los hombres jóvenes, parece como si la barba estuviera de moda. A los barbudos, a los que tienen mucha barba, escasamente los vemos. Aunque no abunda existe la figura del barbilampiño el que no tiene barba o que tiene poca. La barba viene de antiguo. Por ejemplo, del presidente de los EEUU Abraham Lincoln. Y de presidentes hablando, hoy en día, con barba, tenemos al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy Brey.
La barba de chivo era la que llevaba el genial Ramón María del Valle Inclán, que hoy prácticamente está en desuso. ¿A qué se debe esta vuelta a la barba? Tal vez porque corren tiempos de prisa , de estrés. Hay que abreviar, no son momentos de permanecer ante el espejo. El espejo sirve más bien para vernos, lavarnos la cara y darnos cuenta de que abundan las canas. En medio de todo esto hoy en día, lo que necesitamos son “tíos con toda la barba”. Sobran corruptos y vividores pero… é o que ai!
