INSPECCIONES

La Ley Antitabaco generó casi 400 sanciones en los últimos cinco años

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photo_camera Fumadores junto al pabellón deportivo de Os Remedios

Sanidade realizó 853 inspecciones en 2015, cifra que duplica las registradas en 2014. Fumar en lugares no permitidos, la infracción más común

La ley antitabaco (Ley 42/2010 a Ley 42/2010 de medidas sanitarias frente al tabaquismo), tras cinco años de implantación, no está tan asumida como a priori pudiera deducirse por el tiempo transcurrido. Y aunque ya todos admiten sin ambages que no se fuma en el interior de un bar de copas , un restaurante o la oficina, sin embargo, las prohibiciones en espacios públicos al aire libre no están tan claras. Hay fumadores que se empeñan en desafiar la ley amparados en que están en el exterior.

Sólo basta dar un paseo por la ciudad para ver pitillos encendidos a escasos metros de la entrada principal de la Residencia sanitaria; a las puertas de algún colegio; el acceso principal a un centro universitario o en un parque infantil. Pero los malos humos también se cuelan en lugares en los que la ley no establece una prohibición tácita pero comportan actos poco ejemplarizantes protagonizados por adultos. Los exteriores del Pabellón de Os Remedios o los aledaños a los colegios son un buen ejemplo.

En este primer lustro de vida de la ley antitabaco que se cumplió el pasado mes de enero, la Consellería de Sanidade incoó 398 expedientes sancionadores (uno cada cinco días): 155 por faltas graves y 243 por infracciones consideradas leves. La gravedad de la infracción determina la cuantía de la multa. La leves llevan parejo un desembolso que oscila entre los 30 y 600 euros; las graves, desde los 601 a los 10.000 euros y las muy graves van desde los 10.001 hasta los 600.000.

Riesgo para la salud

Según explican fuentes sanitarias, a la hora de determinar la sanción se tiene en cuenta el riesgo generado para la salud, la capacidad económica del infractor, la repercusión social de la infracción, el beneficio que haya reportado al infractor la conducta sancionada y la previa comisión de una o más infracciones a esta ley.

Los motivos más frecuentes, según precisan fuentes de la Delegación de la Xunta en Ourense, fueron por fumar en lugares no permitidos, seguido de la falta de señalización (en los lugares accesibles al público en general o lugares de uso colectivo debe constar la prohibición expresa). Por último, el tercer motivo más recurrente, permitir fumar en lugares prohibidos, afectó a los empresarios de la hostelería.

El nuevo marco legal surgido de esta normativa dispuso que las comunidades autónomas fuesen las administraciones garantes de su cumplimiento, estableciendo a tal fin las medidas necesarias de vigilancia y control. En el último lustro, fue 2015 el año en el que hubo más inspecciones, 853, a las que hay que sumar las 33 realizadas para atender reclamaciones o denuncias de particulares o fuerzas de seguridad. Y ello porque cualquier ciudadano puede denunciar si detecta el incumplimiento de la norma, tal como ocurre con otras leyes. Los controles llevados a cabo el pasado año por los inspectores de la Jefatura territorial de Sanidad duplican los realizados un año antes (433).

Y, aunque es difícil calibrarlo, los inspectores estiman en un 95% el cumplimiento en la provincia. Los mayores desafíos, según estiman, se dan en el ámbito rural, si bien hay controles periódicos también por parte de las policías locales y patrullas de la Guardia Civil.

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