CELANOVA

Lista de espera para vivir en la localidad de A Bola

photo_camera Conjunto de inmuebles en el pueblo de A Bola, donde ya no quedan viviendas a la venta. (MARCOS ATRIO)

El núcleo dobla sus habitantes en una década y suma ya 16 vecinos. 

El pueblo de A Bola, en el ayuntamiento de su mismo nombre, no es la capitalidad municipal (está en Veiga, aunque comparte el título con Podentes), y tampoco cuenta con comercios o negocio que faciliten la vida diaria de sus convecinos. Sin embargo, el pequeño núcleo, ubicado a medio camino entre Celanova y Allariz, se caracteriza por haber duplicado su población en la última década (pasando de 8 a 16 habitantes, según datos del Instituto Galego de Estatística) y dejar sin mercado a las inmobiliarias.

Una veintena de viviendas conforman el núcleo donde, a diario, residen seis familias. "Nos últimos años rehabilitáronse tres vivendas e hai outras catro máis en obras", enfatiza Teresa Barge, alcaldesa de la localidad y desde hace un par de años, nueva residente de A Bola. El mapa inmobiliario lo completan tres edificaciones aún deshabitadas. "Dous xa teñen dono e a terceira, a única que está en venta, conta con lista de espera e iso porque non damos atopado aos propietarios, que están en latinoamérica, senón xa estaría vendida".

Tranquilidad, naturaleza y convivencia vecinal son algunos de las características que destacan sus moradores. Unas seis familias, incluida la alcaldesa, residen a diario en el pueblo. "Pero nos pontes e vacacións, os habitantes triplícanse co regreso dos veciños da Bola e os seus fillos e netos, que chegan dende Bilbao, Burgos, Zaragoza, Coruña ou Madrid", reconoce Barge.

Consuelo Rodríguez y su marido se instalaron en el pueblo hace unos años después de media vida en A Coruña. "Durante o ano somos poucos, pero nas vacacións sí que se nota a revitalización do pobo", enfatiza Rodríguez. Una de esas residentes temporales es Carmen Fernández, que cada vez que puede viaja hasta el municipio desde su Lugo natal. "Veño de vez en cando a casa da miña filla e o meu xenro. Eles viven en Madrid pero lles gustaba tanto o pobo que acabaron por mercar unha casa aquí. É un lugar moi bonito", confiesa.


Reserva de la biosfera

En A Bola presumen de dar nombre al Concello y también por albergar en su territorio a la roca de piedra granítica que los bautizó. Pero si hay algo de lo que se enorgullecen especialmente "e por estar no trazado do antigo Camiño Real dos segadores a Castela, mantendo os edificios que antaño eran unha antiga posada e a ferraría", resalta Barge, al tiempo que agradece el compromiso de sus convecinos "ao facer rehabilitacións respetando e mantendo a nosa arquitectura tradicional".

La recuperación del núcleo no es una excepción en este concello de la Reserva de la Biosfera Área de Allariz. En los últimos años, el regreso de muchos emigrantes y el asentamiento de parejas jóvenes, ha permitido recuperar diferentes pueblos de Veiga, Sorga o Soutomel. A pesar del envejecimiento poblacional, Barge asegura que "estamos mantendo poboación" entorno a los 1.300 habitantes.

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