Opinión

Lobos con piel de cordero

Lluis Venta Cueli, secretario general del PP asturiano, ha afirmado hace unas semanas que "en Asturias sobran lobos". No pudo estar más acertado este hombre, ya que como bien se sabe... el hombre es un lobo para el hombre. Y en su profesión, la política, hay mucho lobo disfrazado.

Venta Cueli ha reclamado a los partidos políticos asturianos que tomen partido o por los ganaderos o por los "pseudoecologistas", lo que sería algo parecido a exigir que tomen partido por los ecologistas o por los "pseudoganaderos". No veo mucha diferencia.

A mi me gustan mucho los animales pero no soy un experto en el tema y reconozco que carezco de información suficiente. Sin embargo por lo que puedo ver, en los últimos tiempos los ganaderos asturianos han emprendido primero una cruzada contra el lobo, después otra contra el oso y si seguimos así pronto la tomarán con rebecos, nutrias, urogallos y hasta mariposas limoneras. A mi me suena raro, dejando aparte el hecho de que los urogallos hace ya mucho tiempo que perdieron la batalla, claro.

En los años setenta, cuando apareció en el mapa Félix Rodríguez de la Fuente en la televisión española defendiendo al lobo, en Galicia se alzaron también muchas voces indignadas en contra de aquel osado naturalista jovencito que defendía al mismo demonio, pues el lobo en Galicia es el demonio. Entre aquellas voces destacó a menudo la de don Álvaro Cunqueiro (uno de mis escritores favoritos junto con Borges) que le dedicó al naturalista burgalés unos cuantos artículos con encendidas críticas, denigrándolo y tachándolo de ignorante. El lobo roba niños, mata ovejas y vacas, el lobo es el demonio.

Yo creo que con los años don Álvaro Cunqueiro que inicialmente se limitó a ponerse de parte de la gente común, de los paisanos gallegos por una simple cuestión de empatía histórica, al final se arrepintió de aquellos artículos. El tiempo acabó dándole la razón a Félix y don Álvaro Cunqueiro seguro que se dio cuenta. 

El caso es que aquí en España y también en Galicia tenemos un buen historial liquidando de forma sistemática águilas, azores, lagartos, culebras e incluso cigüeñas. La idea predominante era que todos los animales, absolutamente todos excepto los domésticos, eran malos. Es más, incluso los domésticos a pesar de ser buenos son susceptibles de ser maltratados sin ningún cargo de conciencia. Por eso tiramos cabras desde los campanarios o incendiamos toros por la noche para que se vuelvan locos.

No sé si el aguerrido secretario del PP asturiano es un lobo o un cordero, y tampoco qué son esos ganaderos de Asturias. A fin de cuentas un ganadero, con todos mis respetos, es un señor que cría animales para al final torturarlos, matarlos y que nos los comamos los demás. A mi me encanta el solomillo medio crudo y también el filete Strogonoff, supongo que como a los lobos. Carnívoros somos todos. Doy por hecho que Luis Venta Cueli también.

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