Cartas al director

Los hijos del mando

Smartphones que saben toda nuestra agenda diaria, buscadores que nos informan a la misma velocidad que lo podemos olvidar, controladores de luz por la voz, termostatos a distancia. La domótica ya está en nuestros hogares y nos hace la vida mucho más fácil. Hace años ya del gran invento del mando a distancia que nos facilitaba cambiar de canal sin necesidad de hacer sentadillas, de él han descendido todos estos avances que podemos manejar con nuestra voz para que no nos movamos, para que no pensemos, para que sólo descansemos, que ya hay un informático que nos quiere tener sentados para hacerse rico a nuestra costa. 

En este caso el no hacer nada sí sirve para algo, pero en esta ocasión le beneficia a otra persona. El futuro tecnológico inteligente nos seduce pero nos debilita, y es por ello que debemos hacer un ejercicio de reflexión y pensar si todas estas comodidades son de verdad necesarias y cuál es el precio que vamos a pagar a largo plazo. ¿Domótica hoy, hambre para mañana? Todo apunta a que cuanto menos nos movemos y pensamos menos útiles somos en la sociedad.