GALICIA

El mensaje en botella más corto

Manuel, el marinero de Bouzas, con la botella de plástico con el mensaje de Meira.
photo_camera Manuel, el marinero de Bouzas, con la botella de plástico con el mensaje de Meira.

Diez días, quizá menos, tardó en cruzar la Ría de Vigo, entre Meira y Bouzas, un mensaje en una botella enviado por unos niños de Moaña. Un marinero jubilado recogió el recipiente y dio aviso. Dentro, sólo un escudo del Celta.

El mensaje en una botella fue enviado desde Meira y lo encontró en la playa del Adro un marinero jubilado y curioso, Manuel. Había un número de teléfono, así que llamó y descubrió que no se trataba de ninguna llamada de socorro desde el otro lado del Océano, sino una idea de unos niños dentro de una actividad. La botella fue enviada al mar el día 25 de abril y Manuel dio con ella el 6 de mayo en  Bouzas, aunque quizá ya había llegado antes. Así que el mensaje tardó apenas diez días en cruzar la Ría. 

Manuel sabe mucho del mar y asegura que las corrientes son muy fuertes y con facilidad pueden llevar un objeto de una a otra orilla de la Ría. E insiste en que no es la primera vez que aparecen "cosas extrañas, que yo cuando las veo las entrego a Instituto de Investigaciones de Bouzas".

En este caso fue dando un paseo por la orilla cuando vio el recipiente varado en la arena. No era de cristal, sino de plástico  En vez de un tapón tenía un coche y un cordel de cáñamo y eso le llamó la atención. "Por eso me aproximé, dentro el papel estaba protegido con plástico y ya había algo de agua, le di con un secador y con un sacacorchos y cuando vi el interior no venía ninguna letra, sólo un escudo del Celta, pero por detrás había un número, que era de un centro de ocio. Me puse en contacto y me dijeron que habían sido unos niños de Meira", cuenta. En todo caso, no le sorprendió excesivamente el hallazgo. No es el primero, cuenta que hace tres años se encontró con otra botella   en la playa de Espedrigada, en Alcabre, con un sencillo mensaje en el interior: "Ser positivos". En el arenal de Bouzas, O Adro, halló además una nutria que parecía que había muerto hacía apenas unas horas. Confiesa que él mismo ha enviado al mar alguna botella con un mensaje dentro y sus señas, "pero nunca tuve suerte de que me contestaran".

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