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Mouruás reclama su “Excalibur”

espada
photo_camera Espada encontrada en Mouruás.

Los vecinos de San Xoán de Río tienen su propia "Excalibur". En 1967, una espada apareció entre los restos de la roca dinamitada para construir una carretera en Mouruás. Ahora, los vecinos quieren recuperarla.

Corría 1967 cuando unos obreros, que trabajan en una carretera próxima al núcleo de Mouruás (San Xoán de Río), rescataban una espada de bronce de entre los restos de roca de un castro, barrenado para construir una carretera. El hallazgo quedaría ahí, y se olvidaría con el paso del tiempo, de no ser por la intervención de una mujer nacida en el pueblo, Nemesia Blanco Pérez. Cuando ella tuvo conocimiento del descubrimiento, y se enteró de que el contratista se había llevado el arma, no dudó en dirigirse al diario La Región para informar de un hecho insólito. Su acción tuvo una respuesta inmediata, y el constructor devolvió una pieza que hoy en día atesora el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense. Sus vitrinas la exhibieron como "Pieza del Mes" en mayo de 2006, exponiéndola al público durante ese periodo.

Fue hace unos 3.000 años, cuando alguien encajó el arma en la hendidura de una roca. Aquí permaneció oculta hasta que saltó por los aires con los barrenos.

Con la espada en su poder, Nemesia Blanco contactó con el historiador Jesús Ferro Couselo, quien se desplazó hasta Mouruás, verificando inmediatamente la importancia de la pieza. "El contratista concertó que le diesen piedra y le dijeron que sí. Con uno de los barrenos saltó la espada y unos vecinos comentaron que la había llevado el contratista. Escribí una nota a La Región diciendo que había aparecido y el constructor la devolvió. Después, llamé a Ferro Couselo y vino a Mouruás", explicó la principal protagonista de esta historia.

Del castro aún hay restos visibles, y si bien las Penedas das Pastoras sufrieron graves daños al ser empleadas en la carretera, aún pueden contemplarse las "penedas" de las Escaleiras y de la Reina. "La gente aún las va a ver", comentó Nemesia Blanco. Su hijo, Miguel Ángel Fernández, y la Asociación Cultural Río Mola, a la que pertenece, pretenden divulgar el importante hallazgo. "A espada non a coñece ninguén e queremos mostrala", comentó.

El colectivo planteó la posibilidad de que el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense ceda la espada durante algunas semanas, pues pretende exhibirla en algún edificio público, como la Casa Consistorial, durante el verano. Los promotores de la iniciativa tratan de aprovechar la fiesta de moros y cristianos, en cuya recuperación trabajan y que intentan organizar para el próximo verano. Se tienen noticias de este popular festejo, datadas en la década de 1950, perdiéndose posteriormente y reapareciendo los años 1983 y 1984. Un sector vecinal quiere volver a dar vida a Mouruás con su organización y, la espada de bronce, sería un atractivo más para acercar visitantes al pueblo.


Cesión difícil


La cesión no es fácil. Desde el Museo Arqueolóxico informaron de las importantes dificultades que entraña el traslado de una pieza tan valiosa como esta espada. El principal problema reside en las medidas de seguridad que el traslado obliga a adoptar, y no solo las dirigidas a evitar que alguien la dañe; también su conservación requiere de una determinada temperatura y cierto grado de humedad. 

Ante este alto precio que debería abonar San Xoán de Río para divulgar el hallazgo, Río Mola busca alternativas y una de ellas podría estar en la elaboración de una réplica.

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