EN LA CIUDAD

La naturaleza gana terreno al asfalto en la ciudad

matorrales en la ciudad
photo_camera Calle de A Casilla, que va desde la Policía Local hasta la zona del Matadero; carretera entre A Carballeira y Cabeza de Vaca; y bajada desde la pista roja hasta el campo de la feria.

El Concello no da abasto y las asociaciones vecinales ven como día a día crece el problema del aumento de vegetación en solares, parcelas abandonadas y cunetas; la naturaleza gana terreno al asfalto.

Las asociaciones vecinales se muestran cada vez más preocupadas por el escaso ritmo con el que se llevan a cabo los desbroces en diversos puntos del casco urbano, así lo asegura el presidente de la Federación de asociaciones de vecinos Limiar, Manuel Mosquera, que sitúa las zonas más preocupantes "en el entorno de A Chavasqueira, así como el entorno de los paseos de las termas, la rúa da Casilla o barrios como el de Rabodegalo o el de A Carballeira, en el camino hacia Cabeza de Vaca".

Asegura que "hay sitios donde las silvas se meten en medio del camino casi, como es el caso de la bajada desde el Matadero hasta el Campo da Feira". Hace unos meses se tomaron mediciones en este mismo punto, donde la proliferación de maleza había llegado a traducirse en la caída de un muro, por parte de técnicos del Concello para una posible actuación que todavía no se ha iniciado. Mosquera asegura no entender "cómo para hacer ciertos arreglos se puede tardar tanto, más cuando hablamos de la seguridad de los peatones".

José Manuel Pérez, secretario de la asociación de vecinos A Chavasqueira, confirma que la situación en determinados puntos "es desastrosa de la cantidad de maleza que hay acumulada; le hemos transmitido el problema más de una vez al Concello pero seguimos en la misma", asegura.

Destaca la situación de la "rúa da Casilla, desde la Policía Local hasta la zona termal, que está que parece una auténtica selva", pero a ésta une otras como es el caso de "todo el entorno de las termas, donde en algunos puntos llegan a meterse las hierbas en pleno camino". Considera que no es el mejor reclamo "para los turistas a las puertas del último puente del año".

Añade que, "desde que cerró el matadero en octubre, cada vez más ratas llegan al Campo da Feira", otro problema unido al de unos desbroces que van al ralentí.

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