CRÓNICA

La Navidad reactiva a los mayores de Beariz

Beariz. Fundación San Rosendo
photo_camera Élida Cachafeiro muestra una de las figuras que confecciona para el Belén.

El proyecto Experiencia Activa de la Fundación San Rosendo mantiene a los mayores de a Residencia de Beariz todo el año ocupados en sus principales aficiones, mejorando en autonomía salud y bienestar.

La residencia de mayores San Antonio de Beariz, de la Fundación San Rosendo, vive esta época del año con especial intensidad. Residentes y personal están inmersos en una de sus ocupaciones favoritas: decorar el interior del edificio con motivos navideños y lo más importante es que la mayor parte son confeccionados de manera artesanal en el taller de manualidades, que funciona durante todo el año. A los mayores les gusta cambiar la ambientación de acuerdo con las diferentes estaciones del año o coincidiendo con la celebración de fiestas, y en Navidad lo hacen con especial esmero porque reciben más visitas, como los niños del colegio de Beariz que se acercaron ayer a cantar villancicos o las pandereteiras que también tienen prevista una actuación en el centro.

San Rosendo desenvuelve el Proyecto Experiencia Activa para que los mayores se sientan útiles al mismo tiempo que ejercitan la memoria y desarrollan sus habilidades, ganando en calidad de vida, salud y bienestar. Así, cada uno de ellos trabaja según sus aficiones, a unos les interesa la pintura, a otros hacer bordados o coser, también la lectura, las manualidades, juegos de azar y, sobre todo, cantar, bailar y salir de excursión, tal y como apunta la directora del centro, María Dolores Rodríguez.

Su entusiasmo, siempre reforzado por el personal, se ha visto recompensado este año, ya que han sido los ganadores de la VI edición del concurso de postales 'Navidades en familia' de la Fundación San Rosendo. Se trata de un concurso entre las distintas residencias, en el que también se implica a las familias de los mayores, al igual que en otras actividades. La postal se está utilizando por parte de los residentes para enviar sus felicitaciones por correo y también, por ser la ganadora, se ha convertido en la felicitación navideña oficial de la Fundación.

A lo largo del año, según van cambiando las estaciones, se modifica la decoración y se desarrollan diferentes iniciativas. Entre otras, una fiesta mejicana, la celebración de un cumpleaños cada mes o los carnavales, en que no pierden la ocasión de lucir los disfraces que ellos mismos confeccionan. "Todo lo relacionado con la música y el cine les encanta", añade la educadora, Marta Villanueva, que se encarga de organizar y dirigir cada experiencia, contando con la aportación de ideas que hacen los residentes.

Pilar González es una vecina de Bande que asegura que "lo que más me gusta es la pintura". Así que en la tarde de ayer se dedicaba a escribir felicitaciones de Navidad en los cristales de las ventanas. "Me gusta pintar paisajes, sobre todo de Galicia", señala.

Élida Cachafeiro, de Forcarei, es la encargada de hacer las principales figuras del Belén. "Ya he terminado el Niño Jesús y falta San José y la Virgen María. No sabía de manualidades, he aprendido aquí y me gusta", explica.

En la residencia San Antonio viven 48 mayores, todos ellos de más de 87 años, entre los que se encuentran cuatro centenarios, uno de 104 años. "La media está entre los 87 y los 90 años, pero el año que viene ya van a cumplir algunos más los cien", puntualiza Marta Villanueva.

El Proyecto Experiencia Activa que desarrolla la Fundación San Rosendo permite "una evolución muy positiva de las personas, por ejemplo con el alzhéimer, al trabajar con ellos en los talleres de memoria y realizando diversas actividades, incidiendo en las habituales de cada día para que se valgan por sí mismos, la enfermedad no avanza tan rápido. Al trabajar con ellos de esa forma no se deterioran tan rápido como lo hacen en casa", declara la educadora.

Lograr que los mayores se interesen e impliquen en las diferentes actividades y sean todo lo más autónomos posible no es una tarea fácil, según indica porque "llegan de casa con determinados hábitos y al principio les cuesta pero poco a poco lo van logrando y están contentos".

En este centro trabajan un total de 28 personas, entre masajista, médico, educadora, auxiliares, enfermera y dos directoras.

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