Opinión

La noche de la ‘OuCB’

Es el momento. Y el Pazo Paco Paz, el escenario deseado. El COB, Ourense en fin, lleva casi quince años esperando el merecido regreso al paraíso. A 40 minutos de alcanzar el sueño, solo se me ocurre pensar en Nacho Suárez, en Darrell Armstrong, Chandler Thompson o Fran Crujeiras, protagonistas en otro siglo de grandes jornadas en el mismo teatro de los sueños. Qué rápido vuela el tiempo y qué presentes siguen en la memoria.


Si la felicidad son apenas momentos, Ourense vive el suyo con pasión. No es para menos. Hay deportes que llevan escrito el nombre de una ciudad casi de por vida y viceversa. Y Ourense pertenece al baloncesto. Sí, quiero que ascienda el COB. Soy práctico y reconozco cierto egoísmo: en Vigo jamás tendremos la ACB más cerca sin peajes, así que nuestra referencia se encuentra en el Paco Paz. Un paseo.


Mi simpatía proviene de varios factores, desde el laboral al sentimental (siempre habrá espacio en el corazón para Vicky, donde quiera que esté), pero también del convencimiento de que el baloncesto cuenta con un magnífico futuro en la ciudad de As Burgas y de que el sur también existe. Si es bueno para Ourense también lo es para Vigo.

Ante el “Breo”, el COB pueda alcanzar La Undécima. No es la Copa de Europa, no, pero sabe igual o mejor: jugar entre los grandes de nuevo, por undécima oportunidad (sería la segunda en este siglo), sería extraordinario.


Los estadounidenses suelen usar juegos de palabras en momentos claves y extrapolándolo a esta final permítanme uno bien sencillo. En el Paco Paz olvídense de que se juegan una plaza para la ACB: es la noche de la OuCB (Ou-Ce-Be). Grítenlo en cada defensa, en cada acción de sus colores. Será un sonido único para un polideportivo histórico. Verán lo bien que puede sonar sostenido por una orquesta vocal de más de 5.000 gargantas. Carpe diem.
 

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