LA PORTADA

Ourense “Home Base”

62q7514_result

Lleva quince años en puestos directivos de multinacionales petrolíferas, pero sin renunciar a su vida en Ourense. La clave, el teletrabajo.

Estudió Económicas en la USC y tras un breve intervalo en el que trabajó en una pequeña empresa en Ourense, pronto comenzó su carrera profesional en el sector del Petróleo. Lleva 15 años, primero en la Exxon, y desde 2008 en la Shell. Dos multinacionales que comparten intereses e incluso cultura empresarial. Pero este ourensano de 43 años ha conseguido mantenerse en puestos directivos en ambas compañías y hacerlo en Ourense. Las nuevas tecnologías de la información le han permitido compatibilizar sus responsabilidades con su aspiración de que su vida familiar y social se desarrollase en la ciudad que tanto le apasiona.

1. ¿Cómo empezaste en la Exxon?

Por una entrevista de trabajo, cuando terminé la carrera. Entonces mi primer puesto fue llevando la venta de lubricantes a concesionarios en Castilla y León y tuve que fijar mi residencia en Valladolid. Tiempo después, mi campo de operaciones se extendió también a Galicia y Asturias. En esa época, me vine para Ourense, pero un tiempo después me ocupé de otras responsabilidades, ya desde Madrid: control de objetivos, marketing... y en mi última etapa en Exxon ya llevaba marketing para España y Portugal. 

Exxon Mobil se fue de España y le vendió el negocio de los lubricantes y gasolineras a Galp y yo me fui a Shell en esa misma época, que fue en noviembre de 2008.

2. ¿Notaste mucha diferencia, de una a otra empresa, influye en sus respectivas culturas empresariales que una sea norteamericana y otra europea?

Yo creo que influye más su condición de multinacionales y de manera más concreta que sean multinacionales del sector del petróleo que la nacionalidad. En muchos aspectos son muy parecidas. Las dos son grandes empresas. Exxon fue durante mucho tiempo la primera petrolera del mundo y Shell, que es una corporación angloholandesa es también una de las más fuertes.

3. ¿En qué aspectos notaste esas similitudes?

Por ejemplo, en la obsesión por la seguridad. Supongo que porque es un aspecto capital en una empresa petrolífera que trabaja con elementos muy inflamables y con muchos riesgos en las plataformas petrolíferas, en las refinerías, etcétera, pero lo cierto es que lo transmiten a todos los ámbitos. Sin ir más lejos, en la conducción: el uso del cinturón, no hablar por el móvil mientras se conduce, no exceder el límite de velodad, llevar un extintor en el maletero, tener presentes los avisos de temporal antes de emprender un viaje...

4. ¿En ambas?

Sí, sí. La seguridad de los trabajadores la tienen en el adn. Es una cuestión que llega a niveles en los que, por ejemplo, en las reuniones, antes de comenzar con el orden del día se repasan las normas de seguridad y los protocolos de evacuación, por si se produjese un incendio, saber dónde están las salidas de emergencia y los dispositivos de extinción. Seguridad en el trabajo y seguridad que debe de aplicar el trabajador en su actividad cotidiana. Hasta el extremo de que si vas a comer con un cliente no puedes tomar vino, ni alcohol, y si te multan por usar el móvil mientras conduces, o no llevas el cinturón de seguridad o excedes de la velocidad permitida... en la primera, tal vez te salves, pero a la segunda, te despiden. Es una exigencia que te plantean, incluso por encima del cumplimiento de objetivos.

 5. ¿Hay algun aspecto más que te haya llamado la atención respecto a una empresa más convencional?

Por ejemplo, el asunto de la corrupción. No aceptar ni ofrecer a los clientes regalos de más de cincuenta euros, o en caso de invitar a una comida, que sea dentro de un presupuesto razonable. Yo creo que son aspectos muy positivos. A mi no se me ocurre, ahora cruzar una calle con el semáforo en rojo, porque llevo ese planteamiento a mi propia vida personal. 

6. Hablando de tu vida personal. Estabas en Madrid y te viniste a Ourense, ¿Por qué?

Ya cuando estaba en Exxon Mobil, al ampliar mi ámbito territorial a todo el centro y noroeste de España me había venido para Ourense. Reconozco que me gustaba mucho vivir en Valladolid y en Madrid, pero mi familia estaba aquí, la que entonces era mi novia que ahora es mi mujer vivía aquí y como el sistema de trabajo, que también era común en ambas empresas, me permitía hacerlo, pues preferí venirme para mi ciudad. 
 
7. ¿Qué es lo que más valoras de tu vida en ourense frente, por ejemplo a Madrid?

Madrid es una gran ciudad, con muchas oportunidades de ocio: cines, teatro, conciertos... mucha actividad cultural, pero la calidad de vida está en las ciudades pequeñas como en Ourense. Poder moverte a pie, sin necesidad de coger el coche, la vida es mucho más barata, Ourense es una ciudad muy acogedora.

8. ¿Y Cómo compatibilizas vivir aquí y tu trabajo? 

Este es otro de los aspectos comunes en Exxon, cuando comencé y en Shell, que es el Hombe Base Job, o el teletrabajo. Yo me fui a Valladolid, pero mi oficina estaba en mi casa. Cuando estuve con Exxon en Madrid y también con Shell, en Madrid, tenía la oficina en casa. La mayoría de los trabajadores de la compañía, excepto áreas muy concretas como informática, lo hacíamos así. Con los medios que existen hoy día, puedes perfectamente, mediante videoconferencias, mail, etcétera. Es cuestión de disciplinarse y saber terminar y no caer en la tentación de seguir en tu oficina cuando llega la hora de estar en casa. De hecho nos daban cursos para que aprendiésemos a no estar más horas en el puesto de trabajo.

9. ¿Y es fácil?

Yo me siento muy cómodo así. Bien es cierto que de los cinco días de la semana, tres los paso de viaje y solo dos, normalmente lunes y viernes, mi trabajo es en casa. Tal como nos comunicamos y con las facilidades que existen para viajar, ya no es que tu puesto de trabajo esté en casa, sino que está allí donde tú te encuentras. Seguramente para la generación anterior resultaría impensable, pero hoy está a la orden del día.

10. Trabajas en una petrolera y los coches de combustión ya tienen los días contados ¿Cómo será el futuro de tu negocio?

Cuando empecé en Exxon en 2002, ya se hablaba de los coches con pila de hidrógeno, empezaban los primeros híbridos y se pensaba que podría ser un horizonte a la vista. Mi jefe entonces decía: “A mi no me pillará, pero a vosotros sí”. Efectivamente, él se jubiló y no le pilló. Pero creo que la cosa va para largo y probablemente a mi no me pille tampoco. Es cierto que cada vez hay más coches eléctricos y productos como los lubricantes, que es el ámbito en el que yo trabajo, no se contemplan en los motores eléctricos, pero las empresas reorientan su actividad con la evolución de la socidedad. Con las electrolineras, otro tipo de lubricantes...

Te puede interesar