El domingo de la "estrea", con su sabroso reparto, precede a un lunes donde mandan los harapos sucios y las hormigas vespertinas
Grande y concurrido fue también el día de ayer en la capitalidad del municipio de Laza. Desde muy primera hora de la mañana, en buena parte de sus viviendas se preparaban los Peliqueiros para su "estrea" por las calles de la localidad. Esperaron a los feligreses a la salida de misa para darles su bienvenida de la mejor manera posible, entregando tras el cuerpo de Cristo un manjar local, la bica blanca de Laza, o bica do Peliqueiro.
Sonaban un par de charangas, antes y en ese momento lleno de bullicio en la plaza de la Picota, y repitieron serenata por la tarde antes de dar paso a dos orquestas de renombre autonómico, la legendaria Compostela y Capitol, capaces de amenizar la noche y la verbena hasta altas horas de la madrugada.
Previo a la hora del baile, turno para la exhibición del ingenio más tradicional y genuino: el desfile de las carrozas por todo el pueblo, custodiadas y precedidas por la figura más señera del Entroido de Laza, su Peliqueiro.
Pero si ayer domingo fue el día grande, ¿qué decir del Luns Borralleiro? Doble sesión de espectacularidad, con la Farrapada matutina -mejor no acceder vestido de paisano al centro de la villa- y por la tarde, la Baixada da Morena, con sus hormigas, "toxos" e "cobelleiros". Concluirá el día con el reparto de "cachucha", pan y vino a todos los asistentes que decidan quedarse en la localidad hasta que comiencen a oirse las primeras notas.
