CRIMEN

El presunto parricida de Sárdoma confiesa que mató a su padre en una discusión

SARDOMA_result
photo_camera La Policía acordona la zona del crimen.

Se derrumbó ante la Policía y confesó el crimen; asegura que lo ocultó por miedo y trasladó él solo el cadáver desde la finca al río. Un testigo, conductor de un camión, vio de madrugada a un hombre con un bulto en una carretilla.

Los testimonios recabados sobre la desaparición del octogenario de Sárdoma, muerto a golpes, y las  pruebas recogidas durante los registros realizados en la finca familiar llevaron al hijo menor de la víctima a derrumbarse y confesar el crimen. El jueves por la tarde, Manuel Álvarez (hijo) era detenido,  como adelantó en exclusiva Atlántico. En principio, había sido citado de nuevo a declarar ante la Policía pero acabó admitiendo que días antes de que se interpusiera la denuncia de desaparición, mantuvo una discusión con su padre en la vivienda en el transcurso de la cual y en un momento de ofuscación le golpeó en la cabeza. 

Según la versión inicial que habría ofrecido, después, trató de ocultar el crimen por miedo y trasladó  él solo el cadáver.

Aunque el secreto de sumario que se mantiene sobre la causa impide conocer más detalles sobre esa  supuesta confesión, según informaciones recabadas por este periódico, el detenido habría asegurado que golpeó a su padre con una sartén, algo que no obstante no ha sido confirmado, y que posteriormente tras envolver el cadáver de su padre lo habría trasladado en una especie de carretilla hasta la zona junto al Lagares.

Otras versiones apuntarían a que incluso un testigo, el conductor de un camión, habría asegurado haber visto de madrugada en el callejón que da a la finca familiar a una persona con capucha trasladando un bulto en una carretilla.

La Policía, desde el primer momento había descartado que el crimen de Manuel Alonso Rivas se hubiera producido en el lugar donde fue encontrado o en una zona cercana. No se encontraron marcas de arrastre ni de ningún otro tipo, ni tampoco en la bolsa que cubría la cabeza y el cuerpo, por lo que siempre se pensó que el cadáver había sido llevado hasta allí bien a peso entre una o dos personas o utilizando algún tipo de carro pequeño, tras descartar finalmente el de un vehículo a motor.

A escasos metros de las viviendas del hijo y de la víctima, en la misma finca, hay un acceso directo hacia  el Lagares y al lugar donde finalmente fue encontrado, junto a Camiño Pontillón.

Durante la jornada de ayer, las dos viviendas continuaban custodiadas y precintadas por la Policía. El detenido pasará a lo largo del día de hoy a disposición judicial para prestar declaración ante el juez con su abogado.

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