INFRAESTRUCTURAS - OURENSE

La provincia afronta medio año clave para el impulso de nuevas carreteras

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photo_camera Obras clave en las carreteras ourensanas.

Con el Presupuesto del Estado ya en vigor, hay fondos para el inicio de las circunvalaciones de ciudad y O Barco y la A-76

Ourense afronta medio año clave para el impulso de nuevas infraestructuras viarias, todas ellas comprometidas desde hace lustros pero que por diversos avatares políticos y técnicos todavía no han pasado del papel, sin que se haya movido ni una piedra. El Ministerio de Fomento, ahora en manos de José Luis Ábalos tras la moción de censura que descabalgó del poder al PP de Mariano Rajoy, tiene ante sí el deber de hacer buenos los compromisos adquiridos por el anterior titular del departamento, Íñigo de la Serna, en relación a proyectos como las autovías a Ponferrada (A-76) y Lugo (A-56) o las circunvalaciones de la ciudad de Ourense y O Barco de Valdeorras.

Para ello, cuenta ya con el dinero suficiente para arrancar los proyectos, una vez que a principios de julio se confirmaba la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales del Estado, ya en vigor y que incluye partidas para poder sacar a licitación las obras


Incumplimiento


Sin embargo, no se ha cumplido ya uno de los plazos comprometidos a principios de año por Íñigo de la Serna, que había anunciado que en el mes de junio estaría aprobado el proyecto constructivo del primer tramo de la variante norte (Eirasvedras-Quintela), trámite imprescindible para poder convocar el concurso que no se ha completado.

"Se está terminando de redactar el proyecto y nuestra intención es licitarlo cuanto antes", dicen fuentes del Ministerio de Fomento consultadas por este periódico sobre esta actuación, que comprende 1,7 kilómetros y tiene un presupuesto por encima de los 30 millones, los necesarios para finalizar el tramo en 2021. Está pendiente también el avance en los proyectos de los otros dos tramos de la variante norte (Quintela-A Casilla y A Casilla-Cambeo), en un estado de la tramitación más retrasado.

Su impulso es necesario, sin embargo, para desarrollar una de las autovías por las que espera la provincia, como es la A-56, con un único tramo en obras desde 2009 (fecha en la que se supone que debería estar completada) y en el que se han frenado los trabajos otra vez, según confirman desde la comisión constituida para velar por la realización de esta infraestructura. "Estamos tratando de contactar con el ministerio porque todo se ha paralizado de nuevo", lamentan desde la plataforma, que había arrancado hace unas semanas el compromiso de que el trazado entre San Martiño y A Barrela se acabaría a mediados de 2019. "¿Cómo no vamos a estar preocupados?", señalan.


Valdeorras


La comarca de Valdeorras, tradicionalmente castigada por la falta de infraestructuras, también está al acecho con las intenciones de Fomento en relación a la circunvalación de O Barco y el tramo entre la villa y A Veiga de Cascalla de la A-76.

En el primer caso, según había trascendido, todo estaba preparado para que el Consejo de Ministros dé luz verde a la actuación, que liberará el casco urbano de O Barco del tráfico pesado mediante una variante que enlazará la N-120 y la N-536. Mientras, el recorrido entre el municipio barquense y A Veiga de Cascallá de la A-76, cuyo expediente de información pública fue aprobado definitivamente a principios de mayo, está a la espera de que se complete el proyecto constructivo que permita licitar los trabajos, que requerirán una inversión de 42 millones.


Un proyecto estratégico a la espera en la ciudad


La construcción de la variante norte de la ciudad de Ourense es esperada desde hace muchos años, tanto para aliviar la carga de tráfico en el casco urbano, como para desarrollar el bulevar termal, un proyecto que discurrirá por el actual ramal de la N-120 de acceso a la urbe y que permitirá mejorar el acceso a las zonas turísticas del Miño.


Valdeorras, una comarca cansada de esperar


La comarca de Valdeorras y, especialmente O Barco, paga la carencia de infraestructuras, que genera una movilidad muy deficiente para sus vecinos. Por eso, reclama desde hace años la A-76, que desdoblará en muchos puntos la N-120, pero también una circunvalación en la villa que evite el elevado tráfico que sufre a diario.


Una conexión que debe vertebral el interior de Galicia


Prometida a principios de siglo con el objetivo de entrar en funcionamiento en 2009, en la A-56 entre Ourense y Lugo únicamente se han puesto las máquinas a trabajar, con un parón de cinco años, en apenas nueve de los 70 kilómetros proyectados. Una plataforma político-empresarial exige un impulso decidido.

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