URBANISMO

Rehabilitación y eficiencia, ejes del plan de ayudas urbanísticas de Ourense

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photo_camera Núcleo etnográfico de Seixalbo, una de las áreas de rehabilitación de Ourense.

El Concello identifica las necesidades particulares de cada una de las áreas que optan a las subvenciones

El gobierno local de Ourense aprobó el pasado jueves la hoja de ruta para el trienio 2018-2020 que manejará el departamento de Urbanismo para "crear unha cidade máis habitable, máis cohesionada e menos derrochadora na utilización de recursos", conceptos que recoge el Plan Estratégico de Subvenciones de esta concejalía, que asienta el nuevo modelo sobre la rehabilitación, la eficiencia energética o la vivienda protegida e identifica las necesidades particulares de las áreas que optan a las ayudas, las denominadas ARRU (Casco Vello, Núcleo Etnográfico de Seixalbo, Polvorín-Camelias-Carballeira y Serra San Mamede-Cruceiro Quebrado-Inmaculada).

Casco vello

Las 14 fases del proyecto de rehabilitación desarrolladas desde 1998 no han conseguido solucionar el desequilibrio entre las zonas norte y sur. En esta última, pese a notarse un sensible incremento de población joven, la degradación sigue siendo notoria, poniendo el foco en la ineficacia del programa Urban para dinamizar el comercio.

Por ello, el plan elaborado fija como objetivos actuar hasta 2020 en un 60% del parque de viviendas o mejorar la urbanización de distintas calles.

Para financiar las actuaciones, Fomento, Xunta y Concello aportarán más de 405.000 euros, mientras que los particulares destinarán 463.571 euros.

Seixalbo

El documento de Urbanismo destaca que el núcleo de Seixalbo ya ha mejorado durante las ocho fases ejecutadas con numerosas intervenciones destinadas al ahorro energético, habitabilidad y sostenibilidad.

Ahora, el foco se pone en la necesidad de lograr una mayor eficiencia sin renunciar a una arquitectura tradicional y apuntando que puede ser una "alternativa válida á vivenda urbana, saturada e pouco atractiva".

El convenio para establecer las ayudas de esta anualidad fijan una aportación pública de 86.000 euros, la misma que la que deben realizar los interesados.

Polvorín-Carballeira

El aislamiento térmico de las fachadas, las ventanas o la accesibilidad, al no disponer la gran mayoría de inmuebles de ascensores, son algunas de las grandes preocupaciones en la ARRU Polvorín-Camelias-Carballeira, aunque los técnicos municipales consideran fundamental también la mejora del entorno urbano.

En este sentido, aconsejan enterrar el cableado de los servicios de teléfono o electricidad, la construcción de aceras o habilitar nuevas zonas de aparcamiento.

En esta línea de ayudas, los particulares aportarán 1,6 millones y el erario público alrededor de 800.000 euros.

San Mamede- Inmaculada

El ámbito San Mamede-Cruceiro Quebrado-Inmaculada, con un presupuesto de 200.000 euros, cuenta con importantes limitaciones desde el punto de vista de la modalidad y accesibilidad, con falta de viales amplios y el "efecto barrera" del trazado ferroviario.

Al igual que en la ARRU de O Polvorín, hay una importante carencia de ascensores en las viviendas y se hace también imprescindible una apuesta por utilizar energías renovables para lograr una mayor eficiencia energética. Asimismo, aconseja destinar las plantas bajas a comercios.

Además, en estos barrios se detecta una escasez de zonas verdes y, sobre todo, se considera imprescindible urbanizar el barrio de San Francisco, para lo que es fundamental la liberación del trazado de tren para convertirlo en un "ecocorredor" con equipamientos de todo tipo.

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