El mal estado de los pasos de peatones en la ciudad es una constante. El de la imagen, en la subida hacia la iglesia de A Valenzá, presenta daños que no se han reparado en años. Además, supone un obstáculo y todo un reto para personas con discapacidad o sillas de bebé, que tienen que meterse en la carretera para llegar al otro lado de la acera.
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