Los robos de pisos repuntan en la ciudad: casi tres a la semana

Mientras el periodo vacacional invita a salir de casa y a instalarse en destinos menos habituales, algunos aprovechan esta circunstancia para entrar en hogares ajenos o pequeños negocios que echan el cerrojo por unos días. Sin olvidar que el verano es la época en la que carteristas y descuideros sacan músculo con su delito contra el patrimonio preferido: apoderarse de bolsos, carteras y los codiciados móviles, cuanto más inteligentes mejor, aprovechando las aglomeraciones y despistes de sus legítimos dueños.

Pero, sin duda, los robos más típicos del verano son los perpetrados en viviendas. Grandes urbanizaciones, pequeñas, casas altas (edificios) o bajas (unifamiliares). En la provincia, el primer semestre se cerró con 193 robos con fuerza en domicilios, es decir, una denuncia al día.

En la ciudad, incluso hubo un repunte, un 17,3% más que en el primer semestre de 2017. En total, según la estadística del Ministerio del Interior, 61 delitos de este tipo -casi tres a la semana-. Los atestados por asaltos a viviendas representan el 74% del total de robos con fuerza urbanos, que incluyen domicilios, establecimientos comerciales y otras instalaciones.

Esta tendencia continuó en julio y los once primeros días de agosto. Según reconocen fuentes de la Comisaría de Ourense, los delitos contra el patrimonio subieron en este periodo un 2,6% (no precisan el número de denuncias ni la tipología de los robos). Hablan de incremento "ligero porque los valores del 2017 eran muy bajos".

En cuanto a la autoría, los investigadores tienen constancia "de una incidencia mínima de la delincuencia itinerante", que llega desde otras ciudades cercanas. El grueso lo atribuyen a "la delincuencia autóctona".

El comisario provincial, Juan Carlos Blázquez, considera que las denuncias por robos en lo que llevamos de verano "están en márgenes muy contenidos”.

En cuanto los hurtos, hubo 851 entre enero y junio en la provincia, la gran mayoría en la ciudad (544).