VANDALISMO - SEGURIDAD

A Rúa sopesa instalar cámaras para poner fin al vandalismo

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photo_camera Tobogán quemado en un parque infantil de A Rúa.

Los desperfectos en los bienes públicos también preocupan al equipo de gobierno vianés

Los daños que origina el vandalismo comienza a preocupar seriamente en el Concello de A Rúa, especialmente en el área recreativa de O Aguillón. En ese lugar dentro del parque infantil donde hace escasas semanas personas desconocidas prendieron fuego a un tobogán, en las últimas horas apareció destrozado un banco público. No es el único desperfecto causado en la localidad ruesa. Este fin de semana, fue roto otro banco, siendo derribada una señal de tráfico en la Avenida de Somoza.

La repetición de los actos vandálicos preocupa seriamente al equipo de gobierno bipartito (PSdeG-PSOE y BNG). "Se va a máis, se tomarán medidas excepcionais", comentó ayer el alcalde socialista, Luis Fernández Gudiña. Inmediatamente, aclaró que una opción es la colocación de cámaras de vigilancia. Y no es la primera vez que los gobernantes locales sopesan adoptar esta medida. En 2013, con el popular Avelino García Ferradal ocupando la Alcaldía, el Concello analizó su instalación en el recinto de las piscinas y el polideportivo municipales. Al final, la drástica iniciativa no prosperó. "Habíamos falado, mais chocábamos coa privacidade", argumentó Fernández Gudiña.


PREOCUPANTE REBROTE


El regidor rues mostró su preocupación ante el rebrote de los incidentes, un problema que vuelve a surgir a pesar de la vigilancia nocturna de la Guardia Civil. "Os axentes fan pasadas. Non está abandoado", explicó. Aclaró que, durante el día, es la Policía Local la que supervisa la zona de mañana y tarde, justo hasta las 20,30 horas, coincidiendo con el final de su jornada laboral.

En referencia a los autores de los daños, en el Concello desconocen totalmente su tipología, ignorando la edad o si actúan como consecuencia de haber consumido bebidas alcohólicas.


VIANA DO BOLO


El Concello de A Rúa no es el único que sufre la acción de los vándalos. Viana do Bolo tampoco se escapa de esta lacra, como demuestra la baranda derribada por personas desconocidas en el barrio de Cima de Vila. Estos destrozos también preocupan al alcalde nacionalista, Secundino Fernández Fernández. "Non ten razón de ser", comentó.

Estos desperfectos fueron ocasionados durante las fiestas locales y se suman a otros daños menores, que comienzan a ser demasiado frecuentes, y que tienen al mobiliario urbano en el punto de mira, como sucede con la rotura de papeleras.

Fernández mostró su preocupación por el derribo de varios metros de baranda y de sus pilotes, unos daños que requiere emplear cierta fuerza para ocasionarlos.

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