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¿Será Oprah Winfrey la próxima presidenta de EEUU?

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photo_camera La presentadora, durante el discurso en la gala de los Globos de Oro

Diversos medios estadounidenses se hicieron eco durante la jornada de este martes de que la conocida presentadora está valorando activamente su candidatura a la presidencia de los EEUU después de un discurso triunfal en los Globos de Oro

Tras el éxito de la intervención de la presentadora Oprah Winfrey en la gala de entrega de los premios Globos de Oro, muchas son las voces que han pedido su candidatura para la presidencia de los EEUU. La actriz Meryl Streep ha sido una de las primeras en hacerlo,  "I want her to run for president" (quiero que postule como presidenta). 

Durante la jornada de este martes, diversos medios estadounidenses han confirmado que Winfrey estaría pensándoselo activamente. El actual presidente, Donald Trump, ha respondido a los periodistas en la Casa Blanca, afirmando que sería muy divertido competir con ella, pero que le ganaría. 


Palabras para la posteridad


La famosa presentadora de televisión estadounidense Oprah Winfrey levantó pasiones tras sus palabras en la gala de entrega de los premios Globos de Oro. En ella, Winfrey recogió el premio Cecil B. de Mille por ser "un ejemplo a seguir para mujeres y jóvenes", convirtiéndose así en la primera mujer negra de la historia en recibir el galardón.

El discurso de agradecimiento de Winfrey homenajeó a todas las mujeres que han levantado la voz para denunciar las agresiones sexuales en el mundo del cine durante el último año.

En el mes de septiembre, numerosas actrices, como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow, Léa Seydoux o Cara Delevingne, acusaron públicamente al influyente productor de Hollywood, Harvey Weinstein, de haberlas acosado sexualmente durante su carrera.

A partir de ahí, comenzó una campaña en las redes, "#MeToo" (Yo también), a la que se sumaron numerosas actrices, para después hacerlo todas las mujeres que alguna vez han sufrido una situación de acoso. La vestimenta negra de la mayoría de las actrices durante la noche de la gala no fue casualidad, sino una señal de protesta contra las agresiones sexuales machistas. 

Winfrey quiso agradecer la "fuerza" y el "poder" de todas las mujeres que han compartido sus historias públicamente para señalar una situación que, en sus palabras, afecta a todos los ámbitos de la vida. 

Durante sus más de ocho minutos de intervención, la presentadora emocionó a gran parte de la audiencia presente en el Beverly Hilton, tanto a mujeres como a hombres. "Quiero que todas las chicas que están viendo esto sepan que un nuevo día está en el horizonte" fue su última frase, que provocó un largo aplauso entre vítores. 

"#MeToo" es, desde la noche del domingo, "#Timeisup" (El tiempo se acabó) y ojalá, como dice Winfrey, sea así. 


El discurso, íntegro


"En 1964 yo era una niña, y recuerdo estar sentada en el suelo de linóleo de la casa de mi madre en Milwaukee, mirando cómo Anne Bancroft presentaba el Óscar al mejor actor. Bancroft abrió el sobre y dijo cinco palabras que hicieron historia: "El ganador es Sidney Poitier ".

Al escenario subió Poitier, tan elegante, tan pulcro, con una corbata blanca. Yo nunca había visto a un hombre negro ser celebrado en la pantalla. Y he tratado de explicar muchas veces lo que un momento como ese significa para un chico sentado en los últimos asientos. Mi madre entró en ese momento, rendida de limpiar las casas de otras personas. Lo único que me salió decir como explicación de lo que había pasado fue la línea de diálogo de Sidney Poitier en "Una voz en las sombras",  "Amén, amén".

oprahagainEn 1982 recibió en este mismo escenario el premio Cecil B. de Mille y no se me escapa la trascendencia de este momento, en el que una niña como yo lo fui esté viendo esta noche en pantalla el momento en que yo me convierto en la primera mujer negra en recibir el premio. Es un honor y es un privilegio compartirlo con ellas y con los increíbles hombres y mujeres que me inspiran y me incitan a mejorar... Gayle, que es la definición de lo que es una amiga; Steadman que es mi roca; Quincy Jones que me vio en Chicago y le dijo a Steven Spielberg que yo era Sophia para El color púrpura.

Quiero agradecer a la Asociación de Prensa Extranjera, porque todos sabemos que la prensa está bajo asedio estos días. Pero también sabemos que la dedicación insaciable a descubrir la verdad absoluta es la que nos impide que miremos hacia otro lado ante la corrupción y la injusticia, ante las mentiras, ante los tiranos, ante secretos y mentiras.

Valoro la prensa más que nunca, mientras navegamos estos tiempos complicados, lo que me lleva a esto: lo que sé es que decir tu verdad es la herramienta más poderosa que todos tenemos. Estoy especialmente orgullosa de las mujeres que se han sentido lo suficientemente fuertes y poderosas como para levantar sus voces y compartir sus historias. Cada una de nosotras en este cuarto somos celebradas aquí por las historias que contamos. Y este año nosotras nos convertimos en la historia. Pero esta historia no afecta únicamente a la industria del entretenimiento: trasciende el lugar, la cultura, la política, la religión, el espacio de trabajo, la raza. Quiero agradecerle a todas las mujeres que han sobrevivido años de abuso, porque ellas, como mi madre, tenían hijos que criar, cuentas que pagar y sueños que hacer realidad.

Son trabajadoras domésticas, trabajadoras rurales, gastronómicas, científicas, médicas, ingenieras, en la industria tecnológica y el ejército, en la política y los negocios. Y hay alguien más: Recy Taylor. Un nombre que conozco y que ustedes debieran conocer. En 1944, Recy Taylor era una joven esposa y madre que volvía a su casa de la iglesia, en Alabama, cuando fue raptada y violada por seis hombres blancos armados y dejada a lado del camino. Amenazaron con matarla si le contaba a alguien lo que había pasado, pero su historia llegó a la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, en sus siglas en inglés), donde una joven trabajadora llamada Rosa Parks se convirtió en la investigadora principal de su caso y juntas pidieron justicia. Pero la justicia no era una opción en la era de Jim Crow, y los hombres que trataron de destruirla jamás fueron acusados. Riecy Taylor murió hace diez días, poco antes de cumplir 90 años. Ella vivió, como lo hemos hecho hasta ahora, bajo una cultura rota por hombres poderosos. Durante demasiado tiempo, las mujeres no eran escuchadas o creídas cuando decían la verdad al poder de esos hombres. Pero su tiempo terminó.

Estoy especialmente orgullosa de las mujeres que se han sentido lo suficientemente fuertes y poderosas como para levantar sus voces y compartir sus historias.

Su tiempo terminó.

Su tiempo terminó.

Yo solo espero que Riecy Taylor haya muerto sabiendo que su verdad, como la verdad de tantas mujeres que fueron atormentadas en esos años -y atormentadas en nuestros días- y sin embargo siguen adelante, como el corazón de Rosa Park que tantos años después encontró la fuerza para quedarse sentada en ese autobus y no ceder su asiento en Montgomery, y está en cada mujer aquí mismo que elige decir Yo también, y en cada hombre que elige escuchar.

En mi carrera, lo que he tratado de hacer, ya sea en el cine o en la televisión es decir algo sobre cómo los hombres y las mujeres sienten, cómo experimentamos vergüenza, dolor; cómo perseveramos y finalmente, superamos. A lo largo de los años he interpretado a personajes que han recibido algunas de las tragedias más terribles que puede entregar la vida, pero algo que todos ellos tienen en común es la habilidad de sentir esperanza, de esperar una mañana luminosa, incluso en medio de la noche más oscura.

Así que quiero decirle a todas esas chicas que miran televisión desde casa que un nuevo día está en el horizonte. Y cuando ese nuevo día comience será porque miles de mujeres, muchas de ellas aquí presentes, y algunos hombres fenomentales, nos acercaron un poco más al momento en que nadie tenga ya que decir nunca más Yo también."

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