ANÁLISIS

Todos a la vez, mucho mejor

Los partidos jugados a la misma hora dejan un poso de fútbol clásico, con protagonismo para las radios

Llegan las últimas jornadas y volvemos, de alguna manera, a la década de los 90. La unificación de horarios es lo más parecido que le queda al fútbol moderno con el de hace unos cuantos años, cuando los amantes del balompié sabían que el domingo a las 17:00 tenían cita con su emisora favorita para disfrutar de los goles, ocasiones e incidencias de la jornada. Ahora, solo la exigencia clasificatoria nos regala un par de fin de semanas así. Encuadrados en las últimas semanas, las cosas en juego a efectos clasificatorios lo impone.

Equipos que dependen de otros, las mejores entradas de la temporada en los campos porque la situación así lo requiere, y las radios a pleno funcionamiento. Incluso las modernas aplicaciones de móvil pueden cumplir esa función. Todo sea por estar bien informados y no perderse ni un solo detalle de lo que pasa en la jornada futbolística.

En cierta medida es como volver al pasado por unos instantes. La radio, los carruseles, el compartir alegrías y penas cuando los domingos van llegando a su fin.

Aprovechemos que la dictadura de la televisión china (esa es la excusa) no nos exige un partido cada dos horas. Mejor así.

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