...Y comer

Una tregua para comer en la plaza, entre lluvia y lluvia

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photo_camera Restaurante Maha, en la plaza de Paz Nóvoa.

Un menú del día correcto, en un emplazamiento cómodo, céntrico y tranquilo, si las palomas no te dan la murga

Pasaba por allí y era la hora de comer. Mi objetivo era coger el coche, que tenía en el estacionamiento de Juan XXIII y alejarme del centro para buscar un restaurante. Pero de repente, en medio de una sucesión de chaparrones, lució el sol y pensé. ¿Y si como aquí, al amparo del toldo en esta acogedora plaza?

Justo donde otrora, algo así como diez años atrás, había un restaurante famoso por sus carnes y sus arroces, abrieron un restaurante, café, burguer, de cocina sencilla pero con un menú del día que, a la vista de la pizarra que exhiben en la puerta, me pareció atractivo, por la variedad de primeros y segundos y por un precio más que asequible.


Había entre los primeros un revuelto de champiñones y entre los segundos, una dorada a la espalda que fueron los platos que elegí. Un trabajo de cocina, como decía antes, bastante sencillo pero correcto y un servicio amable y rápido


Mi compañera de comida no tuvo tanta suerte como yo con la elección. Los calamares a la romana eran más bien flojillos y el plato que anunciaron como raxo era en realidad zorza. A mí me gusta la zorza, con su adobo de pimentón y aromáticos. Pero hay que llamar a cada cosa por su nombre.

Fuera de esos problemillas, se trata de un menú del día correcto, en un emplazamiento cómodo, céntrico y tranquilo, si las palomas no te dan la murga. Aunque para esos casos, tienes como plan B, comer dentro del establecimiento.

El servicio está siempre pendiente, aunque elijas la terraza para comer, y hasta espanta las palomas si se ponen muy molestonas. Se trata de un establecimiento correcto dentro de su categoría que ofrece la posibilidad de llevar la comida a casa.

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