Este sistema resulta una estupenda solución para portar en los viajes o las vacaciones, para disponer en nuestro domicilio, para enriquecer nuestro entrenamiento en el mismo gimnasio.
Se denomina TRX (total-body resistence exercise en inglés) o “Entrenamiento en Suspensión” a un curioso método inventado por el cuerpo de ‘Marines’ de los Estados Unidos para mantener la forma física. Ligero para transportar y apto para colocar en cualquier soporte: un tanque, un camión, un poste, un árbol...
Consta de dos bandas de fuerte tela, unidas a un punto de anclaje. Cada una de ellas con un agarre válido para manos o pies. La carga será nuestro propio cuerpo en suspensión, variando la dificultad según la longitud de las correas o nuestra proximidad con respecto al punto de anclaje. Se guarda en una pequeña mochila y requiere un espacio de trabajo de dos metros cuadrados, incluso más reducido.
Ventajas e inconvenientes
Este sistema, bien comercializado y modificado por los reyes del marketing resulta una estupenda solución para portar en los viajes o las vacaciones, para disponer en nuestro domicilio, para enriquecer nuestro entrenamiento en el mismo gimnasio.
El Entrenamiento en Suspensión es útil para trabajos de prevención de lesiones, rehabilitación, equilibrio, activación del torso, coordinación y fuerza.
Pero sería un grave error monopolizar nuestra rutina con este material y abandonar las máquinas de placas, los discos, barras o mancuernas, que siguen reinando por su probada eficacia. El TRX poco nos ayudará si el objetivo es la hipertrofia e incluso nos puede perjudicar y lesionar si realizamos ejercicios sin el debido dominio de material y cuerpo.
No más que complemento
Claro. Una vez más insistimos en la importancia de disponer de un profesional competente que determine el cuándo, cómo y dónde utilizarlo. Aunque sus promotores promulguen unos 350 ejercicios posibles para todo tipo de individuos y en internet se publiquen mil vídeos con increíbles desafíos, es el experto quien debe separar el grano de la paja. ‘Marines’ hay pocos en el mundo. Osados, demasiados.
En conclusión, el Entrenamiento en Suspensión es un estupendo complemento y recurso de urgencia, pero nunca nuestro único sistema de entrenamiento. Y siempre, acompañado por un profesional.
