Rubiá

Los tres túneles de Biobra en la N-120 cumplen con Europa

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photo_camera La imagen de los transformadores fue adaptada a las exigencias del parque natural de Rubiá.

Fueron instaladas cámaras de televisión y sus imágenes serán observadas durante 24 horas

Los trabajos de mejora de la seguridad de los túneles del Estrecho y Covas (Rubiá), que también incluyen al de la Barosa (León), finalizaron la semana pasada con el cierre de las casetas de los transformadores eléctricos. Las paredes de estas pequeñas construcciones fueron rematadas con piedra buscando adecuarla al entorno del parque natural Serra da Enciña da Lastra, en Rubiá.

Las actuaciones fueron incluidas por el Ministerio de Fomento en un proyecto de mejora de un conjunto de ocho túneles, presupuestado en 2,24 millones de euros. La reforma de los sistemas eléctricos fue acometida para poner en funcionamiento los ventiladores que habían sido instalados en los túneles, que nunca funcionaron por falta de potencia.

La reforma también incluyó la instalación de cámaras de seguridad, cenitales y fijas. Las pantallas fueron montadas en el centro de control de la Barosa y serán observadas las 24 horas del día. Se encargarán de esta labor cuatro personas.


Desde el centro de control realizarán un seguimiento de todas las incidencias que se registren en los túneles, desde la presencia de una persona hasta la caída de un objeto desde un vehículo o el paso de coches con luces amarillas. En estos momentos, Fomento tramita el permiso de la Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, una validación que viene obligada por el derecho a la privacidad


El proyecto también incluyó la colocación de sensores de CO2 y de concentraciones de otros gases, así como la mejora de los sistemas antiincendios.

Las obras fueron introducidas a raíz de la reunión que hace un par de años mantuvieron los responsables de las Emerxencias con la Guardia Civil de Tráfico y los técnicos de Fomento. En aquella cita se puso sobre la mesa la necesidad de adaptar este tramo de la carretera N-120 a las exigencias de la disposición 2004/54/CE, de la Unión Europea, y el Real Decreto 635/2006, del Ministerio de Fomento.

Una vez instaladas las cámaras de seguridad junto con los sensores de gases y después de que los equipos antiincendios hayan sido actualizados, aún resta un capítulo pendiente para ajustar los túneles a las exigencias europeas: la construcción de vías de escape para casos de emergencia. A pesar de que los cañones sobre el Sil dificultan su diseño, Fomento ya trabaja en su tramitación.

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