Los vecinos de Éntoma (O Barco) reclaman poder volver a pescar en el tramo del Sil próximo a la localidad. La posibilidad de llevarse los peces y truchas fue negada por la Dirección Xeral de Conservación da Natureza hace un año, cuando aceptó la propuesta presentada por el Club de Pesca Os 1.000 Ríos.
Este colectivo planteó dedicar cuatro kilómetros del río a la pesca sin muerte. Son los comprendidos entre la desembocadura del río Candís y la del río Valudo, así como el tramo que va desde el río Cigüeño hasta el polígono de A Raña.
"Que o poñan como estaba. Antes había movemento de pescadores e agora non se ve a ninguén. A xente está enfadada pola medida solicitada por unha asociación minoritaria", dijo el pedáneo, José Urdangaray.
