NUTRICIÓN

En verano temo pasarme de kilos, ¿qué dieta me aconsejas?

Fruta.
photo_camera Las brochetas de fruta resultan ideales para meriendas de verano.

La lectora de La Región Rosa María Conde pregunta sobre los problemas del estío con las comidas familiares y la dejadez en la nutrición

Para que disfrutes del verano sin que tu peso se vea afectado te recomiendo más que una dieta, poner en práctica unas pautas clave que pueden guiarte hacia una alimentación sin excesos. 

En verano los hábitos alimentarios sufren importantes cambios, (comidas fuera del hogar, modificaciones de horario y rutinas de comidas, incremento del consumo de alimentos calóricos, celebraciones, etcétera).

Estas circunstancias alimentarias, acompañadas en muchas ocasiones de sedentarismo, suelen favorecer el aumento de calorías y en consecuencia el peso corporal. Para evitar esta situación, puedes aplicar unas sencillas pautas, y por qué no? mantenerlas el resto del año y así aprovechar el verano para iniciar una alimentación más sana. 

Te aconsejo entrenarte en las siguientes claves: 

  • Organiza la compra de alimentos: incluye en tu lista de la compra más alimentos frescos que procesados, puedes empezar con una proporción de 5:1. Llena la nevera de frutas y verduras listas para comer en crudo, por ejemplo, prepara pequeños cuencos con ensalada de frutas o brochetas.
  • Fruta congelada para preparar helados es otra buena opción. Las frutas y las hortalizas son excelentes alimentos para el verano, nos aportan vitaminas y también hidratación. Sustituye harinas refinadas y cereales como arroz y pasta por su versión integral. En este punto es muy importante que te detengas dos minutos para leer la lista de ingredientes y cerciorarte que el alimento contenga harina integral. 
  • Mantén horarios para comer: realiza 4-5 comidas al día procurando una rutina horaria. Evita períodos largos de ayuno, utiliza la merienda (media mañana o media tarde) como recurso para controlar la sensación de hambre hasta la siguiente comida. Desayuna siempre y evita cenar demasiado tarde.
  • Asegúrate que el primer plato sea verdura: Planifica menús semanales alternando platos con verdura cruda y cocida, y sírvete una ración o cantidad proporcionalmente mayor que el segundo plato. La gama de preparaciones para elegir es bastante amplia (ensaladas, crudités, salteados, sopas frías, etc.), aprovéchalas. Eso sí, se prudente con la cantidad de aceite de oliva que añades, no más de una cucharada! 
  • Come proteína magra en las comidas principales del día: Pescado, pollo, pavo, huevos. Añade poca grasa al cocinarlas. 
  • Prepara con antelación las meriendas del día: fruta listas para comer, yogures desnatados, bebidas frías sin azúcar (granizados de limón, té verde, menta y jengibre, etc.). Helados caseros, zumos y batidos de fruta ligeros también son meriendas adecuadas. 
  • Modera el consumo de bebidas alcohólicas y de postres elaborados. Vino tinto mejor que cervezas o licores. 
  • No abuses del pan. Dos rebanadas al día de pan integral (con harina integral y no me refiero a pan de semillas) serán suficientes. 
  • Muévete: realiza todo el ejercicio o actividad física que puedas. Será una buena forma de gastar esas calorías extras del tiramisú del domingo.  

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