Opinión

El viernes era imposible

Si me haces la pregunta el viernes, te diría imposible, ahora ya no sé qué pensar. En Galicia sigue siendo muy difícil encontrar un hueco como le ha pasado a Ciudadanos, pero me da la impresión de que Vox se va a presentar a las municipales porque va a todo y más con el resultado en Andalucía, que era previsible aunque no tan bestia". La reflexión pertenece a un antiguo militante del PP de Galicia que saltó a Sociedad Civil y Democracia liderada por Mario Conde y concluyó su etapa de militancia política activa en Vox, mucho antes de que tuviese la mínima posibilidad de pisar moqueta institucional.

La irrupción de esta formación con posiciones de extrema derecha en las elecciones andaluzas, sin contar con estructura territorial, alerta de que los cálculos demoscópicos realizados hasta la fecha podrían sufrir un revolcón por una variable inesperada. La posibilidad de que el PP ocupe por primera vez el palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, con el apoyo de Ciudadanos y de Vox después de cuatro décadas de poder socialista, empolva definitivamente la pretensión de que gobierne la lista más votada y pone sordina a las críticas hacia los gobiernos de perdedores. El PP ya tiene con quien pactar. El líder de Vox, Santiago Abascal, es un exmilitante al que el partido fundado por Manuel Fraga le quedó a la izquierda, pero Pablo Casado corre el riesgo de resbalar por un difícil juego de equilibrios. 

Hace un mes, Abascal confesaba a una colega que en Galicia no tenían candidatos para las municipales. Busca un perfil de cierta relevancia social y hasta ahora el 'casting' permanecía desierto porque no abundan las personalidades dispuestas a poner la cara en el cartel de una formación saludada por la extrema derecha europea. Incluso un partido consolidado como Ciudadanos todavía no ha presentado a sus candidatos y su movimiento más visible ha sido el coqueteo entre Albert Rivera y el exalcalde coruñés Francisco Vázquez. Con 6.000 votos en una ciudad como A Coruña se puede obtener un concejal y ser llave de gobierno. El PP no deja rendijas por las que colarse en la Galicia rural, aunque también Susana Díaz ordenaba Andalucía. En las ciudades el vértigo es mayor, el viernes el resultado de Vox era inalcanzable y mañana pueden llover candidatos.

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