CON PRIMA DE RIESGO

A vueltas con el crecimiento: más empleo y más venta exterior, pero todavía insuficiente

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Galicia crece en productividad a los niveles de los grandes de Europa

España crece y lo hace al nivel de los grandes de Europa, superando incluso a algunos de los que nos bautizaron como PIGS (Francia quién os ha visto y quién os ve). Además, es un crecimiento “sólido” y  basado en pilares con mayor nivel de previsión de futuro y sostenibilidad que en etapas anteriores de nuestras épocas de crecimiento. Así lo afirman organismos nacionales como FUNCAS o el centro de estudios del BBVA y confirman organismos internacionales como la OCDE o el Fondo Monetario Internacional.

La explicación a esta recuperación la podemos encontrar en comportamientos como nuestro nivel de productividad. Palabro de economista que viene a ser como un ránking de quién produce mejor en el mundo. Un ránking donde hemos ganado posiciones. Los distintos estudios de productividad nos indican que en España ya son la mayoría los sectores que muestran mejores niveles de productividad que los previos a la crisis y a la vez los datos muestran un nivel a la altura de los principales países de la eurozona. Es más, en algunos sectores concretos, como son servicios profesionales, actividades científicas o industria manufacturera, el nivel de productividad presente supera a la media de la UE. 

Por lo tanto, como antaño nos decían en la escuela, progresamos adecuadamente. En concreto, en una materia de especial interés para España y en la que hasta ahora siempre suspendíamos, el mercado internacional. 

En este momento, se pueden observar valores de récord, en el nivel de las exportaciones internacionales que muestra a España y en especial a nuestra terriña, que bate récord y lidera el crecimiento patrio. Además, frente a otros períodos de “riqueza” económica, en este período, el sector exterior muestra balanza positiva. Antes cuando venían bien dadas, solíamos comprar productos de otra parte del mundo, ahora nos hemos vuelto más patrios y compramos local, pero sobre todo nos hemos vuelto más  competitivos a nivel mundial, y por lo tanto, somos nosotros los que vendemos a los que le va bien en otras partes del mundo. Bueno, siendo exactos, principalmente Europa, EEUU y algo de América central y del sur. Otro valor es que el número de empresas y productos presentes en el sector internacional se multiplica cada día con mayor presencia gallega en el mundo. Solo en el primer trimestre del año 120 empresas más según el Foro Económico de Galicia. 

Además, los datos nos indican que nos “hemos tirado” al exterior a hacer clientes. Según datos de Funcas, “en el caso de España, en un periodo de seis años (2010-2015), casi el 50% del valor de las exportaciones del último año proviene de nuevas relaciones comerciales. Sin embargo, el porcentaje de las nuevas relaciones comerciales que nacen y mueren cada año a lo largo de esos seis años supera el 60%”. Es decir creamos clientes de “usar y tirar”; nuestra presencia en el sector exterior todavía es reducido e inconsistente. Eso sí, el nivel de operaciones e ingresos de la balanza sigue en crecimiento.

SOLO UN TERCIO DE EMPLEO

El lado oscuro de este crecimiento de la productividad lo encontramos en los datos (esos malditos datos), que explican que la mejora de la productividad apenas aporta al crecimiento nacional. Según los datos de Contabilidad Nacional en el segundo trimestre del año, mientras la economía crecía un 3,1% en tasa anual, la contribución de la productividad es de apenas tres décimas, y el 2,8% restante lo explica la creación de empleo, siete veces superior. Datos parejos al anterior periodo de bonanza en los albores del final de la década de los noventa y principios del siglo XXI. 

Por lo tanto, nuestro crecimiento y mejora de los niveles económicos realmente procede de la creación de nuevos empleos. El país ha creado en los últimos tres años cerca de un millón y medio de empleos pero todavía esta lejos de los más de 3,4 millones perdidos en los años “duros” de la crisis. La buena noticia es que el empleo crece en todos los sectores siendo de especial relevancia en cinco ramas de actividad que suman cuatro de cada cinco empleos bajo el siguiente orden: comercio y hostelería con un 30%; administración pública, sanidad y educación con un 22%; administrativo con un 12%; manufacturas con un 11%; y construcción con un 6%. Si se compara la composición actual del empleo con la de antes de la crisis, lo más significativo es el descenso a la mitad en la construcción, y, por el contrario, un mayor peso de empleo público y vinculado con el Estado del Bienestar. Por lo tanto el grueso del empleo ha crecido en el sector servicios tanto por el gran éxito del sector del turismo como por la recuperación del consumo. Pero para la recuperación del empleo del sector industrial y de la construcción todavía queda un largo camino. 

Por tanto, como podemos observar, la crisis todavía debemos “roerla” durante más tiempo.

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