En Vila Praia de Áncora, en Portugal, los dueños de las mascotas tienen un lugar reservado para llevar allí a los animales a hacer sus necesidades. El deber de un político es el de facilitar un orden cívico y sanitario a los ciudadanos que tienen mascotas, no vale cualquier sitio, por el bien de todos. Este es un ejemplo, para nuestra ciudad, que deberían copiar en los parques de Ourense.