Si salgo del circuito de Shangai y tengo que hacer 305 km ¿cuántos litros de gasolina de competición puedo gastar? Esa es la premisa actual del campeonato del Mundo de F1.
La dichosa eficiencia del consumo sumada al tedioso sonido que emiten los monoplazas están terminando por desquiciar al más paciente de los aficionados.
Si bien es cierto que parece que las carreras empiezan a ser un poquito más emocionantes (sin exagerar) lo cierto es que tanto avance tecnológico 'eficiente' y tanto derroche de conceptos de ingeniería 'verde' parecen ir en sentido contrario a la filosofía de este deporte. ¿Alguien se imaginaría a Ayrton Senna mirando si gasta mucha gasolina? Creo que no.
En un momento en el que la frase de moda es 'contención de gasto' intentar que coches de 650 caballos consuman menos de 90 litros de combustible suena como mínimo a falsa moralidad, más todavía si se atiende a costes de desarrollo.
Y sino que se lo digan a los Marussia y Caterham, que eficientes o no, están donde siempre.
Contener sí, pero sin olvidar que la F1 es velocidad, no consumo.
