Opinión

Sufrir para poder sobrevivir en el baloncesto femenino

España, subcampeona del Mundo de baloncesto. Ese día, el deporte femenino volvió a la palestra para celebrar los éxitos de una selección, la de todos, por lo menos aquel día ante Estados Unidos. Una vez pasada la "romería" y la alegría colectiva, vuelta a la cruda realidad de las categorías FEB y el deporte femenino en España. Mientras que algunos se esmeran por hacer de la foto con los triunfadores su forma de vida, equipos de competiciones como la Liga Femenina 2 (en la que militan cinco equipos gallegos) sufren para subsistir, sí, sobrevivir. 

Lejos quedan aquellos años en los que el dinero llegaba a los clubes casi por castigo y en el que los fichajes de extracomunitarias estaban a la orden del día y si el fichaje no funcionaba, una nueva. Ahora, con una federación que vive de espaldas a la realidad, no solo en formatos de competición sino en costes, resulta complicado imaginarse el futuro a medio plazo del baloncesto femenino en España, sea cual sea la categoría.

Si bien es cierto que la Liga Femenina ha ganado dos equipos con respecto al año anterior, también es verdad que los grandes talentos de la canasta española no juegan en nuestro país, por algo será.

Pero no todo es culpa de los grandes mandatarios. Los asientos vacíos en la mayoría de los pabellones españoles son un fiel reflejo de la desidia con la que se trata a estas deportistas que tantas alegrías dan a nuestro país. 

Quizá es hora de cambiar la mentalidad y valorar lo que tenemos, mientras se pueda o exista.

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