Opinión

TOÑO TABARÉS, TAN LEZCANO

Sí, Toño Tabarés era mi primo, por eso algunas personas creían que yo me apellidaba Tabarés. Lo de primo es mucho más de lo que pueda parecer para quienes, como el que subscribe, nunca tuvo hermanos.


Bastaría su ascendencia paterna ?tan ligada a la vida comercial de Ourense- a la hora de explicar sus múltiples actividades.


Tenía Toño, no obstante, una particularidad típica de buena parte de los Lezcano: firme y recio en sus iniciativas no se casó nunca sino con nuestra querida Fernanda, madre de sus tres hijas, una de ellas, también Fernanda, periodista de brillante trayectoria con mucha todavía que recorrer.


Antonio, decíamos, mantenía sin vacilaciones sus puntos de vista, y no dudaba en abandonar un cometido para pasar en seguida a otro. Era, pues, un pionero exitoso de lo que ahora llaman 'emprendedores'. La Región subrayó ampliamente su curriculum, en el cual destacaba la gerencia de la estación de Cabeza de Manzaneda. Luego desempeñó importantes puestos en empresas y organismos de novedosos esfuerzos provinciales.


No se sospeche ni remotamente que me mueve el parentesco al escribir recordándolo como si aún estuviese entre nosotros. ¿Cómo hallar sentido alguno a desapariciones tan súbitas, sobre todo la de aquellos que nos son trágicamente arrebatados en cercana y plena vitalidad?


Todos los suyos son los nuestros, también los Tabarés, especialmente Bruno, su entrañable padre.

Te puede interesar