Opinión

El "Justianismo" y sus 12 condecoraciones

 

Se llama Francisco Justo Rodríguez, más conocido como Fran Justo . A partir de ahora, su etiqueta es de "Justianismo". Es un acrónimo entre su primer apellido y el cristianismo, receta de un equipo de Tercera División. De su Ponte. Perdón, de su Ourense CF.

Era un martes, 28 de febrero. Entraba al gimnasio AQA en el Campus Univer- sitario y me encontré con Don Juan. Un respeto que se ha ganado. Merecido. Sin duda. "¿Todavía hay opciones de ascender?", me atreví a preguntar. "Alejandro, mientras no acabe la temporada y las matemáticas den, lo pelearemos", me decía el técnico mientras con una palmada me decía que iba a estirar. Acababan de perder en Moaña, eran sextos y el Arenteiro era segundo a ocho puntos.

Cinco semanas después se repitió la misma conversación. Esta vez, en la in- timidad del vestuario. No penséis mal, no pasó nada. Ganaron en Caselas y celebraban cinco victorias seguidas a tres puntos del Arenteiro: "Hicimos lo mismo en la primera vuelta, así que hay que pensar en el siguiente partido nada más. Queda mucho", me confesó Fran. No me atreví a decirle lo que pensaba del 'partido a partido'. Demasiado atrevido. No era el momento.

Semana a semana se repetía el encuentro. Parecía acoso, pero no. Era simplemente interés periodístico y rutinario. ¡Mi maldito pubis!

Diez victorias seguidas. Diez semanas levantándose cada lunes para cumplir con el gimnasio, para coger la biblia balompé- dica, entrar al vestuario y convertirse en profeta. Bautizar el fútbol como religión y el esfuerzo como único mandamiento. Disfrazó a sus futbolistas de discípulos, 

de creyentes y les tocó el corazón para que la ilusión del ascenso despertase. Un horizonte lejano, pero no imposible. Por- que cada profeta, tiene sus métodos y el de Fran es no rendirse.

El Arenteiro tropezó en O Grove. No hay adjetivo para describir la imagen de Pachi llorando. Tampoco cuando Wadir marcó en Valladares y Álex Vila paró el penalti. De película.

11 semanas soñando. No va más. ¡Acción! "¿Y si ascendéis?, le propuse. "Buf...", Fran no tuvo palabras. El ascenso cobró protagonistas secundarios. Gallas y Xinzo, actores de reparto y goles como Premio Oscar. Fran corrió, se liberó, no entendía que estaba haciendo. Su corazón mandaba en las piernas. Las lágrimas del ascenso las recogió su madre. Su padre era testigo. Nadie sabe cómo lo ha pasado ni cuánto ha sufrido. Un ascenso, en doce semanas perfectas. ¡Chapeau Don Fran! 

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