Para los entrenadores la Copa Galicia es plena pretemporada. No deja de ser un título y se pelea como tal, pero no es menos cierto que, a priori, el equipo más hecho lleva ventaja. Por tal consideración superó un Coruña, con solo tres novedades a un COB con muchas piezas por encajar y alguna duda, del todo lógica.
Del conjunto ourensano se puede decir que completó una participación aseada. Por cuanto iba ajustando su plantel, según iba sumando piezas, sin dejar de conseguir resultados positivos.
Como tal pretemporada el técnico del COB, Gonzalo García de Vitoria, intentó ir ajustando valores, como actitud defensiva -nada que ver lo visto ante Marín con la actitud ante Coruña- y contraataque, que a modo de virtudes cardinales colectivas deben de marcar la competitividad futura del conjunto ourensano. Cerrar el rebote -intensidad/concentración- y evitar pérdidas de balones como asignaturas por mejorar.
Ya en el plano individual, y dadas las limitaciones económicas, estamos ante el COB más de autor de las últimas campañas. Donde es de esperar el liderazgo de Kapelan, secundado por Mitrovic, el novato Hittle, más listo que físico cerca del aro y más sorpresivo que estilista en sus lanzamientos exteriores, exteriores. Y el debutante Jukic, envergadura, buen defensor y una vez a la carrera sumará. Marcado protagonismo exterior que se completa con el físico, progresión y es de esperar mayor templanza de Cristian Díaz y el canterano Martín Rodriguez, con más registros de director que anotador.
La mayor experiencia corresponde al siempre determinante juego interior. Donde la frialdad de Flis no es más que puede ser su fiabilidad ofensiva. Más conocidos Tomás Fernández o el lucense Devin Wirght -no son tantos los centímetros como puede ser su constancia y conocimiento de la categoría-. Siendo Fran Guerra el techo del equipo y como tal debe "defenderse" y hacer valer sus buenos movimientos ofensivos. Cuestión de carácter... sin obcecarse.
