Opinión

Claros y oscuros

El dinamismo económico y la reactivación consolidada del consumo no ha llegado aún a Ourense, diga lo que se diga. Y si no que se lo pregunten al comercio y a las actividades económicas de la provincia después de un invierno y una campaña de navidades que no han sido las esperadas. Y para que quede contrastado con los datos oficiales, me voy al último CIS, el cual nos dice que el 45,4% de los españoles llega justo a final de mes. Solo el 32,1% de los españoles puede ahorrar un poco a final de mes. Además, para seis de cada diez consumidores la situación económica en su hogar no ha experimentado variaciones en el último semestre, mientras que para el 13% es algo mejor porque han encontrado un empleo.

Respecto al mercado de trabajo, el 41,7% de los consumidores lo ven igual que hace un año, el 32,6% lo ve peor y un 23,5% mejor. Sin embargo, si se les pregunta por la facilidad para encontrar un empleo, el 40,5% de los encuestados cree que este año será más fácil. En definitiva, la mayoría de las familias de este país lo siguen teniendo aún muy difícil en su día a día.

Aunque quienes lo tienen también complicado son nuestros jóvenes menores de 29 años en cuanto a independizarse y crear un hogar propio. De esta forma, y según los datos de la consultora CBRE, el 61% de los jóvenes en ese segmento de edad viven aún con sus padres, y hasta un 80% si se independizan piensan en una vivienda en alquiler, ya que consideran que comprar una vivienda está fuera de su alcance por la inestabilidad laboral.

Dicho esto, como "claros" me quedo con que Ourense finalizó el 2016 con 2.510 desempleados menos en el conjunto del año, aunque aún seguimos con una cifra total de parados inscritos de 22.720 ourensanos y ese es el reto que nos queda por hacer, al igual que la creación de empleo estable y de calidad. 

Pero lo que sí pinta oscuro, y sin paliativos, es la aprobación del PXOM en Ourense. Y más aún después del último "error burocrático " que va retrasar, más aún, cualquier posibilidad de aprobación definitiva. Vergüenza ajena, y mucha, es la que me produce que este alcalde y su concejal de Urbanismo aún sigan en sus responsabilidades. Estos dos individuos deberían preguntarse a sí mismos si van seguir contribuyendo, con su pésima gestión municipal, a lastrar infinitamente cualquier posibilidad de recuperación para esta ciudad. Y a mí me lleva a preguntarme, ¿para cuando un alcalde de verdad y comprometido con los problemas reales de los que aquí vivimos?

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