Opinión

Más engaños hacia Ourense

 

Los engaños, mentiras y desprecios hacia nuestra provincia, Ourense, por parte de las diferentes administraciones son ya de tal magnitud que ni son de recibo, ni tolerables, ni admisibles. La semana anterior se hacía público el informe de los auditores del Tribunal de Cuentas de la Comunidad Económica Europea, en el cual se enfatiza en los incumplimientos de los niveles de ejecución, retrasos y sobrecostes del Eje Atlántico y el AVE Madrid-Galicia. El informe además resalta que España es el estado miembro que ha recibido más fondos europeos para invertir en redes ferroviarias de alta velocidad, con 11.200 millones de euros desde el año 2000 hasta 2017. Esto representa el 47% de los 23.700 millones de euros que la UE ha desembolsado a todos los países en el mismo periodo de tiempo. Y mi pregunta es: ¿dónde está empleado ese dinero? Espero que la nueva presidenta de Adif cumpla con las obligaciones adquiridas, desde su perfecto conocimiento del corredor del AVE a Galicia como ex directora de obras y jefa de infraestructuras de dicho a corredor desde su llegada en el 2007 a ADIF.

La realidad es que nos engañan tanto unos como otros. Los de antes, porque la fecha del 2019 era ficticia y técnicamente imposible de ejecutar, y lo sabían perfectamente, y los de ahora, porque se escudan precisamente en ello, para dilatar más aún las obras interminables de la llegada del AVE en tiempo y forma.

El mismo devenir que el resto de infraestructuras presupuestadas y comprometidas. Comunicaciones viarias que siguen licitándose a paso de tortuga y que se alargan décadas completas y algunas ni eso, y que derivan en una provincia con carreteras y tiempos de desplazamiento de hace medio siglo.

Pero hay más palos en las ruedas con nuevos impuestos a la vista:

Impuestos al diésel que van repercutir en la inmensa mayoría del parque de vehículos, con su correspondiente subida de precios en gran parte de los productos y servicios de nuestro día a día. Impuestos a la banca que suena muy bien, pero la cual nos los va a repercutir a todos, sí o sí, que ingenuos no somos. Más impuestos de sociedades para estrangular la recuperación de las empresas y poner freno a la creación de empleo. Y aún hay más: quieren reformar el impuesto de donaciones, sucesiones, herencias y, recordando que nuestra comunidad era hasta ahora de las más favorecidas, pues eso también se va acabar.

Esta columna no pretende ser el muro de las lamentaciones, ni de lejos, todo lo contrario. El conformismo y la apatía son los mejores aliados de estos señores que dicen gobernar para todos y sobre todo para las provincias más desfavorecidas y castigadas como la nuestra. Ese es su discurso, el cual se cae a plomo al toparse con la cruda realidad. Ya no es permisible tanto desprecio hacia los 309.986 ourensanos que aquí vivimos y queremos seguir haciéndolo. De nosotros depende, de nuestro espíritu de lucha y compromiso, ya no valen las lamentaciones ni las quejas.

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