Opinión

El punto de inflexión necesario

El propio mercado de la vivienda se ha autorregulado, ayudado y conducido por el sector inmobiliario gallego, encontrando así el punto de inflexión necesario que contribuye a un inicio de recuperación vital para la dinamización económica de Galicia. La recuperación del sector inmobiliario es imprescindible para contribuir a la dinamización de numerosos sectores económicos colindantes, ya que actúa como el motor que, ante un cambio de tejido productivo inexistente, produce que se muevan actividades económicas lastradas y castigadas por la crisis sufrida en los últimos años . Así, con un incremento en la comparativa interanual de un 24,2% en la compraventa de viviendas, una leve subida de un 0,4% del precio de la vivienda (cuyo origen se da en la vivienda habitual y en los centros y semicentros de las principales ciudades gallegas) sumado todo ello a una disminución de un 5,77% del stock de vivienda en nuestra comunidad, dejándolo en 31.515, podemos decir que el punto de inflexión en el sector inmobiliario y el mercado de la vivienda en Galicia se ha producido en este segundo semestre del año. Aunque debemos ser prudentes y conservar la serenidad suficiente para no generar expectativas que puedan conducirnos a cometer errores que nadie desea.

El mercado de la vivienda prosigue avanzando en la corrección de los excesos previos, y lentamente se va detectando una mejora generalizada. La mayor parte del ajuste se ha completado y los condicionantes de demanda están mejorando, al percibir un creciente interés por parte de nuevos compradores, y esto último es positivo.

Sin embargo, no debemos esperar un cambio brusco de tendencia, sino que el mercado se encuentra en un momento de transición. Aunque intuyo que el inicio de una nueva etapa alcista no tardará en llegar, porque los tiempos en el mercado inmobiliario suelen ser más lentos y debemos ser cautos .

El stock de vivienda nueva sin vender sigue siendo considerable a pesar de la reducción. Aunque los condicionantes de la demanda de vivienda por parte de las familias están mejorando, el empleo y los indicadores de accesibilidad no se sitúan aún en niveles que impulsen un sólido dinamismo de la demanda. Además, las tendencias demográficas apuntan a unas necesidades de vivienda sustancialmente inferiores a medio plazo.

Por otro lado, la salida de la crisis inmobiliaria está siendo asimétrica. Tanto en actividad como en precios se intensifica la divergencia geográfica gallega; las perspectivas dependen del tipo de vivienda y de su ubicación. Positivos son también los últimos datos de concesión de hipotecas y de compraventas, así como la constatación del solido avance del arrendamiento pero insisto, conservando la frialdad y la prudencia y vislumbrando por fin la luz al final del oscuro túnel en el que estábamos sumergidos.

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