Opinión

Quitas de deuda, ¿para quién?

Nos están hablando de quitas de deuda para los miles de familias gallegas que en estos días de frío polar no han podido encender la calefacción porque sus ingresos familiares no se lo permiten, y así vemos a ancianos y niños en una situación penosa y angustiosa? ¿O nos hablan de quitas de deuda para los 600.000 desahuciados en este país de su vivienda habitual en los últimos 8 años, y que no sólo han perdido su hogar sino que arrastran una deuda vitalicia con la entidad financiera que los puso en la calle? Sí, esos mismos que según el director general de un conocido banco son únicamente una leyenda urbana y al cual todavía no lo han cesado de su cargo. ¿O hablamos de la quita de deuda de los cientos de miles de afectados por las cláusulas abusivas de la banca que ven cómo tienen que reclamarlas en los colapsados juzgados al eludir sus responsabilidades las entidades financieras afectadas? 

Pues no, no estamos hablando de esas quitas de deudas, sino las de las ejemplarizantes quitas de deuda para comunidades como la catalana o la valenciana. Las mismas que, presuntamente, con dinero público, sus responsables públicos han vivido y gastado como nuevos ricos y ahora pretenden que la fiesta, una vez más, la paguemos a partes iguales todos los españolitos de a pie.

Entremos en materia. El ministro de Hacienda ha planteado una eventual reestructuración de la deuda de las comunidades. Con esta propuesta literal: “Tenemos que ver qué hacemos respecto a la deuda de las comunidades autónomas y, en especial, la que tienen contraída con el Estado. Tenemos que ver qué parte de esa deuda se corresponde con insuficiencias del sistema de financiación actual”. Conclusión: reestructuración de la deuda en aquellas comunidades autónomas que destacan por sus altas necesidades de liquidez de los fondos estatales y que han sido, principalmente, Cataluña y la Comunidad Valenciana, con 70.909,6 y 53.756,6 millones de euros a cierre del 2017.

En definitiva, que la financiación autonómica en su modelo y forma actual está en entredicho. Pero una reestructuración de las deudas jamás puede suponer que esas pasen desde las cuentas autonómicas al Estado, con lo que, en la práctica, supondría una quita para los deudores y una desigualdad entre comunidades cumplidoras y despilfarradoras. Y además, entre españoles de primera y segunda división, intolerable e injustificable. Aunque bueno, eso al sr. Rajoy como que parece que poco le importa, al hilo de sus recientes declaraciones sobre la inaceptable brecha salarial y la desigualdad entre hombres y mujeres ejerciendo la misma responsabilidad. Es decir, todo lo que no sea fútbol parece que le da igual. 

La verdad es que no sé muy bien a qué se dedican los cientos de asesores de Moncloa, aparte de cobrar su buen plato de lentejas todos los meses, pero es que con un buen número de sus máximos responsables pasados y actuales juzgados por corrupción, día sí y día también, en diferentes juzgados de este país, hoy en Valencia, mañana en Madrid y pasado a ver dónde toca, pues que como con actuaciones como las de este extraño sr. Montoro parece que están por contribuir activamente a finiquitar su partido político lo más rápidamente posible. Y después, a algunos de esa cúpula dirigente les sorprende que su partido se les esté cayendo a trozos al igual que sus votantes. En fin, disfrutemos del carnaval que es lo que vamos llevar de esta vida, los buenos momentos.

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