Una Galicia de dos velocidades que casi nadie quiere ver y que nuestros actuales representantes públicos obvian hasta el punto de que niegan la mayor sin ni siquiera ruborizarse. Nuestra provincia, Ourense, y el sur de Lugo vamos por un lado (en negativo) y el eje Vigo-Santiago-A Coruña, acompañados por el norte de Lugo, por otro bien distinto, pero en positivo. Y que a nuestros vecinos les vaya bien, por supuesto, me congratula, que quede claro.
Mientras en el Ourense de la renta per cápita más baja de todo el Estado y donde nuestros hijos tienen que buscarse su oportunidad laboral fuera de su hogar familiar por falta de empleo de calidad y estable en su localidad de origen, pues como que comprobamos una vez más como también batimos nuevamente el récord de tener las pensiones más bajas del conjunto de Galicia. Así que voy ya con los datos oficiales del Ministerio de Empleo para que nadie tenga dudas. Y estos nos dicen que la pensión media se situó en junio en Galicia en 777,34 euros. En concreto, por provincias, en A Coruña esta cuantía llegó a 819,47 euros y en Pontevedra fue de 817,95 euros, mientras en Lugo se quedó en 689,26 euros y en Ourense en 669,94, o lo que es lo mismo, la más reducida de Galicia y de todo el país. Y no hablemos ya de las prestaciones por viudedad, que en Ourense las 25.966 personas que la perciben sólo cobran 482,21 euros.
Pero aquí no acaba el tema. Ojalá. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, comprobamos como el gasto medio por hogar, en el cómputo estatal, fue de 28.200 euros, lo que supuso un aumento anual del 2,6%. Reseñando que este incremento del gasto medio por hogar es el mayor desde 2007. Pero estos son los datos del conjunto del país, como he dicho antes, ya que el gasto medio por hogar en Galicia en 2016 cayó 90 euros, hasta 26.291,11 euros. Y si estos datos los extrapolamos por provincias, pues una vez más Ourense a la cola. Y si continuamos con el ultimo Estudio Estructural Salarial del INE comprobamos como los salarios en Galicia están muy por debajo de la media nacional, con una diferencia en negativo de más de 3.000 euros anuales. ¿Seguimos aún sin querer ver nuestra realidad real?
El intentar analizar los datos con objetividad no es ni ser pesimista ni optimista, es simplemente ver nuestra realidad en su justa medida, ser objetivos e intentar con el análisis de los datos soluciones a nuestros problemas, ni más ni menos. El problema es cuando no se quiere ver la realidad que nos rodea, se desprecia cualquier crítica constructiva y únicamente se maquillan o disfrazan los datos en un ejercicio de engaño a la sociedad injustificable.
La pregunta es: ¿y se puede hacer algo para involucionar esta situación? Pues claro que sí, y una de las líneas de actuación es apoyar sin paliativos la internacionalización de los productos o servicios de nuestras actividades económicas en la busca de nuevos mercados que consoliden y creen nuevos puestos de trabajo en origen, o sea, aquí. ¿Problema? pues el de los burócratas de corte municipalista aislados en sus burbujas de palmeros que no dan palo al agua y que tragan con todas las directrices que les marcan desde Madrid, aunque estas sean verdaderos esperpentos como la estación intermodal que nos pretenden colar, y avisándonos de que ni siquiera nos atrevamos a rechistar o cuestionar. Ese sí es el verdadero problema
