Opinión

Unidad empresarial

En Galicia tenemos 201.093 empresas; la provincia con menos actividades económicas es Ourense, con 23.497, y la inmensa mayoría son microempresas y pequeñas y medianas pymes, ya que 171.089 actividades económicas tienen de 0 a 2 empleados y solo 99 empresas en toda Galicia y del total de empresas tienen más de 250 asalariados. En Ourense, por ejemplo, solo existen 84 empresas del total de 23.497 que superan los 50 empleados. Doy estos datos iniciales para que tengamos conocimiento de nuestra realidad empresarial y que sepamos, de inicio, que autónomos y pequeñas empresas somos realmente la columna vertebral económica de Galicia y de la generación de empleo.

Hace escasos días se nos decía que Galicia registra el peor diferencial de crecimiento con España a través del último estudio del Foro Económico de Galicia, y se nos avisa de que la Comunidad crece muy por detrás de la media española, con una divergencia que va en aumento, y que alcanza ya su peor diferencial en la última década. Informe en el que se identifica que Galicia encadena cinco trimestres consecutivos con tasas de crecimiento interanuales. Pero, sin embargo, mientras la Comunidad crece en los tres primeros meses de 2015 un 0,9%, España lo hace en un 2,7%. Debo decir que coincidió plenamente con los análisis económicos del Foro Económico de Galicia y a mayores debo añadir que entre las provincias costeras y la única provincia de interior, Ourense, las desigualdades económicas y laborales, no solo son mucho más notorias, sino aberrantes.

Por esto mismo, y por la defensa colectiva empresarial de absolutamente todos los sectores económicos de Galicia, la unidad empresarial y la imagen que deben dar todas las patronales gallegas debe ser ejemplarizante, sin fisuras, con debate interno constructivo que únicamente derive en el compromiso de lucha y mejora de todas las actividades económicas gallegas. Las confederaciones empresariales son la casa común de absolutamente todas las empresas, sea cual sea su actividad, facturación o número de asalariados. Todas las empresas, sin excepción, son importantes. Respetar para que nos respeten, ayudar para que nos ayuden y colaborar para que colaboren con nosotros, deben ser las actitudes que primen en el día a día. Quienes piensen en la representación empresarial como cuota de poder, trampolín para objetivos personales u otros fines no muy claros, deberían hacerse a un lado y dejar de dañar la imagen de un empresariado que quiere y demanda unidad de acción y defensa férrea de los intereses económicos y laborales de las empresas gallegas, única y exclusivamente. 

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