Opinión

De ACB por derecho

Lograr el equilibrio entre cuadrar presupuestos y alcanzar éxitos resulta la alquimia a descubrir por un club deportivo y el COB fue, en sí, un paradigma. Capaz de ajustar su balance económico a la vez que alcanzar el sobresaliente deportivo. 
Que el COB cumple en plazo y forma con lo exigido por la ACB lo dice ahora el CSD. Mérito que corresponde a Antonio Gavilanes y su concejo de administración a la vez capaces de atender a todo lo requerido por la FEB para cubrir cualquier contingencia posible con lo que ello significa de aval económico. Este es su mérito lo que le llevó a la ACB, no otro y por él su lucha.


Se lamentaba Castelao que "el gallego no lucha, emigra". Pero esta vez no fue así. Atrás queda esa Galicia triste y apesadumbrada de Rosalía -"el tiempo te va dando la razón, amigo Nacho"-, para emerger una Galicia moderna, dinámica y dispuesta a luchar por lo suyo.
No se trata de posicionarse con David ante un Goliat sobrado de músculo, en este caso mediático "opciones leeréis, presiones más", si no de defender lo más justo, la legalidad en este caso.


No hay agravio comparativo posible. No puede ser que lo que son derechos para los de dentro sean palos para los de fuera. Que el COB "puede provocar el descenso del Fuenla" para Roca es su problema. Que los grandes no quieran una Liga de 19 sigue siendo su problema. Que la actuación de la Comisión Delegada por precipitada haya creado un embrollo jurídico debe hacerle pensar y como el cóndor (a veces muda su plumaje) tendrá que cambiar su decisión. Como dice el refranero gallego "a xustiza pa fodela, obedecela", no cabe otra solución y el COB es de ACB, bastante daño se le ha causado.

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