Opinión

Actitud defensiva y control del rebote, dos de las claves

En el baloncesto, tan importantes son los valores propios como puede ser el hecho de provocar los errores del contrario, o lo que es lo mismo, actitud defensiva y control del rebote. A partir de esos valores básicos el COB fue netamente superior a su rival por cuanto le permitió crear superioridad en ataque y descentrar a un equipo netamente ofensivo que terminó por caer en la ofuscación ante la actitud defensiva local.

Si además de los valores colectivos se añade la calidad individual de determinados jugadores, como pudo ser en esta ocasión Chase Fieler aportando esa dosis de espectacularidad que sus condiciones atléticas le permiten, pues mejor por cuanto favoreció el espectáculo y el disfrute en la grada.

Poco pudo oponer un Oviedo que se limitaba a acciones individuales, siempre desde posiciones lejanas ante la imposibilidad de poder jugar balones interiores, con la dificultad que ello entraña por cuanto la estadística siempre va a ser peor.

El COB lo hizo sencillo, moviendo el balón, y a la memoria vienen esas acciones de grandes jugadores que siempre terminan en canastas fáciles y como lógico final de un juego previo sin balón donde el conjunto ourensano ayer, por momentos, rozó la brillantez.

Al final, toda una fiesta: por el resultado, por los momentos de espectacularidad y por la emotividad que acompañó en la despedida de Ben Allison, más por lo que pudo ser en lo que a brillantez en el juego que por la aportación del inglés al equipo.

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