Lo que para el exseleccionador, Pepu Hernández, es "baloncesto", para los seguidores del COB es una "cabronada". El conjunto ourensano se ve abocado a apurar sus opciones de ascenso a la ACB en una última posesión y a balón parado, en los tiros libres. Lucha el COB contra lo que en su momento -allá por 1962- fue una treta de Pedro Ferrándiz -autocanasta de Alocén- para evitar una imprevisible prórroga en Roma. Puede sonar a chiste pero es la realidad.
Así que la disputa del COB no es solo deportiva, donde, por cierto, fue sobrado de eficiencia, si no también en los despachos. No es tanto cuestión de corazón o ánimo si no también que la frialdad de los números permitan dar la vuelta al marcador y evitar la exclusión. Sin opción de una nueva prórroga, la pelota está en manos de quien decida aprobar o no el respaldo económico que el conjunto ourensano necesita. Lo que tiene su dosis de valor. De hecho, otros no se atrevieron. Debe quedar muy claro que a día de hoy todo pasa porque la entidad bancaria apruebe un crédito con dudas razonables.
Dudas por cuanto el COB no es una empresa, por mucho que lo diga el portavoz de Ourense en Común. Como es difícil hablar de un 'valor' que no cotiza en bolsa alguna, pese a que lo diga un profesor de económicas del Campus, como es el portavoz del PSOE. O la paradójica posición del líder de D.O., que apuntando que de todos los espectáculos que puede organizar el Ayuntamiento de Ourense, "el COB en la Liga ACB es el de mayor retorno"... pero "votaremos no" más por liberal, a nuestro entender que por coherencia como dice una persona tan contradictoria que a veces te ríes con él, otras provoca vergüenza ajena y en ocasiones te hace hasta pensar. Ellos fueron los autores de la autocanasta.
