Eramos muy jóvenes. Fue, quizá, el primer "largometraje" al que acudíamos: cine Xesteira, en la modernidad restaurante chino, como no podía ser de otro modo -"es la economía"- para el candidato Bill Clinton-. En el momento de la secuencia de la carrera de cuádrigas se para la proyección. Momento de descanso para 'aliviarse', que dirían los más finos o proveerse del correspondiente bocata de calamares -no, no había aún palomitas-. Pero, hubo quien interpretó que había transcurrido tiempo suficiente como para pensar que la película había finalizado, se levantó y sin mirar atrás, ese fue su error, abandonó la sala. Una vez fuera y sin coraje para volver a su butaca, desilusionado, emprende el camino de vuelta casa.
Como le pudo suceder a los cientos de aficionados ourensanos que el pasado viernes acudieron al Pazo Universitario de Lugo. Desilusión que seguro no fue más allá del momento de subir al autobús para iniciar el regreso a Ourense. Como alguien advertía -spoilear es el término ahora utilizado para quien adelanta el final de una serie- a aquel seguidor lucense un tanto desubicado, "esto no es cómo comienza, chaval, sino como acaba".
Tal fue la reacción de la gran estrella de los Çeltics, Bill Russell, en la previa de un definitivo enfrentamiento por el título de la NBA, una vez enterado que Lakers, su sempiternos rivales, tenía ya prevista la celebración del título. "No preocuparos, les vamos a pinchar los globos uno a uno". Por cierto, ¿conocen la leyenda de donde se colocaba Russell el onceavo anillo a falta de dedos en las manos? Ahí mismo, donde están pensando. Lo que también puede tener su lectura.
El COB alcanza esta final, matices tácticos o errores en el juego a parte, por derecho propio y esto es algo que nadie puede negar. No es un favor. Y sus valores son los que deben prevalecer también ahora. Defensa, juego rápido y por mejorar, ¡rebote! Nada nuevo ni distinto a lo hasta ahora hecho y con lo que se ha llegado hasta aquí.
En la recuperación lucense tiene mucho que ver, quizá todo, el haber sido capaz de imponer el ritmo a su conveniencia, personalizado en Dani Lopez, y el curioso caso de McGhee, más valioso por envergadura y estadísticas que por fundamentos. Brillantez que evidencia los posibles errores del COB. Por experiencia y capacidad es impensable que las asignaciones que les pueda corresponder Rivero, Busma, Rejón. Incluso algunos piensan en el 'secundario' Geramipoor, no puedan equiparar rendimiento. Como seguro sucederá.
Tiene su razón Bobby Knight cuando manifestaba que "si no juegas como debes, el juego te va a superar" y por momentos la presión pesó lo suyo.
