Opinión

Con los grandes

Marzo de 1994. Anécdotas todas. Para quien suscribe la incertidumbre de una mala conexión ferroviaria que provoca la llegada al hotel, en Córdoba, sobre la medianoche que bien podría haber provocado un problema, a la hora de escribir la previa, de no ser por la amabilidad de Clifford Luyk que nos atendía en su habitación. Prolongado debate, una vez superado el apuro, con el añorado Manel Comas, a la sazón entrenador del TAU y muy realista con la exigencia de un gran club, "en el TAU puedes durar un afeitado y medio. El medio es el tiempo que tardan en darte el finiquito y el afeitado es la semana anterior cuando te dicen que te vas". Mientras, Benito Ramos, cámara en mano, a los suyo, con Sabonis, Bannister, Perasovic -el hoy entrenador del TAU que sería el MVP de la final- Epi, Jimenez...con todos se hizo su foto el doctor del COB-.

La clasificación fue el éxito del conjunto ourensano. Hasta ahí le habían llevado los Turner, Thompson, Espinosa, Wood y Wright -Jackson Five para la prensa deportiva- junto con el atinado complemento de los Javi Pérez, Carbajo, Aísa, Giménez...Ourense se había ganado el respeto del baloncesto ACB. Luego, sin Espinosa, lesionado, o el ¿desmayo?  de Brad Wright al verse ante un Sabonis determinante, junto con el ourensano Santos, Arlauckas, Antúnez, Kurtinaitis, Antonio Martín... fue una empresa imposible. Pero el Coren ya lo había hecho, estaba entre los grande de pleno derecho.

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