Opinión

Ilusión e historia

La invitación de mi buen amigo, conocedor de mi afición por el baloncesto y condición de madridista, me llevó a Lugo. Buen "xantar", extraordinario ambiente e inesperado resultado. Que David haya sorprendido a Goliat siempre será la excepción. Así hay que entender la victoria del Breogán ante el Real Madrid. 

Habrá que felicitar al Breogán, capaz de competir al máximo nivel -somos ACB repetía el speaker-, porque así se lo ganó en la cancha y tuvo el respaldó, sin excusa posible y sobrado ánimo, de quien correspondía. Decisión que le faltó a los gestores del COB, cuando los resultados lo propiciaron, y luego, ya en diferido, a quienes, atrincherados en la excusa, obviaron compromisos adquiridos. Los mismos que ahora ya se apuntaron para seguir... ¡qué manda huevos!

De vuelta para Ourense, nostálgico recuerdo, en el relato de similar triunfo del COB, en el Pazo, ante el Real Madrid de Gorge Karl. Luego en el Pabellón de la Comuniad de Madrid ante los Sabonis, Antonio Martín o el ourensano Isma Santos. Seguro que el exCOB, Darrell Armstrong  habrá hablado de este accidentado partido con el rookie Luka Doncic a quien ahora entrena. 

Por otra banda, derrota de un COB capaz de competir ante uno de los importantes de la liga, el Bilbao. El sempiterno esfuerzo defensivo ourensano no tuvo la continuidad precisa en ataque. Un COB situado en la zona intermedia de la clasificación, lo que, en una Liga donde un único resultado es la finísima linea que separa la alegría del llanto, tiene mucho mérito.

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