Opinión

Ipso facto

Rebocado por parte del CSD el argumento recusatorio o de no admisión, no cabe, por parte de la ACB, otra actuación que no sea la rectificación e incorporación del Club Ourense Baloncesto "ipso facto". No cabe otra conjetura que no conlleve derivación económica para la Asociación de Clubes. Controvertible en caso del Fuenlabrada -descendido por "virtud de hecho"- sin mayor opción que la protesta y quizá la compensación diferencial presupuestaria de militar en una u otra competición e incontestable en caso de ser desatendida la resolución del CSD, atendiendo la reclamación de un COB, que, a la segura e importante compensación económica se aunaría la paralización de la Liga. "Hasta las últimas consecuencias" está dispuesto llegar el conjunto ourensano en manifestaciones de su Consejo de Administración.

Es lo que resulta de la irreflexión -"imprudencia" para mi buen amigo y jurista González Trigás- al readmitir a Guipuzkoa
y Fuenlabrada, en una decisión que "debía haber sido -me explicaba- provisional y condicionada a recurso".

Rectificar, ante lo expuesto, ya no es tanto cuestión de sabios sino de sentido común. Es de entender que los derechos del club ascendido deben prevalecer sobre quien haya descendido. Es su problema. Consecuencias de su mala planificación y peores resultados. No cabe "protección" posible para "uno de los nuestros", que tituló Scorsese, sino es de pensar en otro tipo de organización y fin..."Bang, bang".

Bastante perjuicio se le ha causado al conjunto ourensano cuando, a poco más de un mes para el inicio de la temporada 15/16, con calendario oculto -¿para todos?- incluido, aún no sabe cual es su "posición" de partida. Cualquier
asociación, y la ACB lo es, necesita una estructura federal asentada en torno a tres ejes: simetría, solidaridad y oportunidad. Lo que no se cumple con el COB, que una vez más tendrá que planificar a toda prisa y en un mercado ya muy acotado.

Te puede interesar