Podría decirse que soy medio santa, medio puta". Fue la expresión de entusiasmo, escepticismo y al final desencanto de quienes me rodean en la grada del Pazo lo que me trajo a la memoria esa contradictoria personalidad de Deane Keaton en "La Ultima noche de Boris Grushencko". Y es que el COB fue tan capaz de bordarlo como de desbarrar sin justificación posible.
Que el conjunto ourensano tiene exteriores capaces de anotar ¡muchos! puntos, seguro, y unos interiores capaces de hacer bastantes puntos, cierto. Y si además defiendes bien, reboteas y minimizas las pérdidas, es la excelencia. Los aficionados pudieron ver el mejor baloncesto de la temporada.
Eso fue en la primera mitad y 10 minutos más. Luego, la diacronía de un maldito desatino. Aquel donde el conjunto ourensano es líder en pérdidas de balones (15) y el que firma peor porcentaje en tiros libres (65%). Y por esos errores cedió el triunfo. No es por cuestionar el rendimiento de Kapelan (4 pérdidas y lo ilógico de un último tiro) Cristian Díaz (5 pérdidas) o incluso el de Fran Guerra, por haber fallado cuatro tiros libres que forzarían, cuando menos, la prórroga. Estamos hablando de quienes disponen de más posesiones y más aportan al juego del COB. Y más cuando leemos que James Harden (Rockets) y Russell Wesrbrook (Thunder), dos máquinas de producir 'triples-dobles', son primero y segundo en pérdidas de balón. Que decir de Shaquille O´Neal y su viacrucis con los tiros libres.
Aunque, por bastante menos, mi nieta Noa me habría mandado "al rincón de pensar". Y alguno, ante lo que se avecina, se lo tendrá que hacer de mirar.
